Unos 12.000 millones de euros. Exactamente 11.853 millones. Esta es la suma que perderá el negocio turístico en Canarias de aquí a octubre de 2021, es decir, en el próximo año y medio. Y eso en el mejor de los escenarios. En un contexto de moderada recuperación de la actividad, la caída llegará a 17.353 millones de euros.

La consejera de Turismo, Industria y Comercio del Gobierno regional, Yaiza Castilla, se reunió ayer con el Consejo Canario de Turismo, un órgano consultivo que integran la patronal, los sindicatos y los representantes de los cabildos y ayuntamientos, estos últimos a través de la Federación Canaria de Municipios (Fecam). Un encuentro en el que los miembros del Consejo dieron su visto bueno a la hoja de ruta que el departamento de Castilla ha elaborado para rescatar a la primera industria del Archipiélago. El objetivo común es que el sector pueda adelantar en lo posible su reapertura, siempre, eso sí, que esté plenamente garantizada la seguridad sanitaria, de ahí que en la consejería estén ya trabajando en la creación del Laboratorio de Procesos Turísticos de Seguridad. Este laboratorio servirá para crear y verificar después todos los protocolos necesarios para que la actividad se lleve a cabo sin dejar nada al azar.

La reunión del Consejo Canario de Turismo sirvió también para que Castilla diera a conocer los distintos escenarios que barajan en su departamento de cara a la recuperación de la actividad. Tres escenarios con una característica común: todos muestran hasta qué punto la pandemia ha golpeado con especial dureza al motor de la economía canaria. En otras palabras: las pérdidas a corto y medio plazo se dan por descontadas, el reto ahora es conseguir reducirlas todo lo posible.

Los técnicos de la Consejería de Turismo prevén así un escenario pesimista, otro optimista y un tercero moderado, que hoy por hoy se antoja como el que tiene más posibilidades de coincidir con la realidad. La previsión pesimista parece afortunadamente descartada, ya que parte de la premisa de que los hoteles y apartamentos deban permanecer cerrados hasta el descubrimiento y posterior generalización de una vacuna contra la Covid-19. Por lo tanto, los dos escenarios factibles son el moderado y el optimista. Y, sin embargo, en ambos casos las pérdidas serían de miles de millones.

El mejor horizonte vaticina que los primeros turistas extranjeros vendrían en octubre-noviembre de este año, aunque en un porcentaje de no más de diez puntos respecto de las cifras de un ejercicio de normalidad. El número de viajeros se incrementaría a partir de ese momento de forma progresiva hasta octubre de 2021, cuando se recuperarían las cifras que han sido habituales en los últimos años. En cualquier caso, aclaran desde la consejería, "este escenario es muy optimista porque da por sentada la poca capacidad de nuestros competidores para reactivarse a la misma velocidad que nosotros, y es esta ventaja la que nos permitiría recuperarnos más rápidamente". No obstante, y aunque efectivamente los países que compiten con las Islas no tengan la capacidad de reacción del Archipiélago, la facturación se reduciría en los susodichos 11.853 millones de euros en los próximos 18 meses, el equivalente a un 26% del Producto Interior Bruto (PIB) regional. Y en el escenario moderado, claro está, el agujero se dispararía aún más, exactamente hasta los 17.353 millones.

En este último caso, los turistas extranjeros no empezarían a volar de nuevo a las Islas hasta comienzos del año que viene, lo que guarda relación con las advertencias de las autoridades alemanas y británicas de que este año no se podrá viajar a Canarias. Además, esta previsión parte de la base de que en octubre de 2021 el mercado extranjero aún estará a la mitad de su potencial. "En este caso la principal preocupación estaría en la evolución del mercado británico, teniendo en cuenta su peso en las Islas y su actual manejo de la crisis sanitaria, que probablemente reconducirán en las próximas semanas", argumentan desde la consejería.