España se anotó, junto con Chipre, el mayor incremento en su tasa de paro de toda la Unión Europea (UE) durante marzo con respecto a febrero, ya que creció 9 décimas porcentuales y pasó del 13,6% al 14,5%, según informó este jueves la oficina de estadística comunitaria, Eurostat.

Marzo fue el mes en el que la mayoría de Estados miembros comenzó a introducir medidas de confinamiento para hacer frente a la pandemia del coronavirus, recordó Eurostat.

En cualquier caso, si se realiza la comparación interanual, el desempleo en España solo aumentó 3 décimas porcentuales, desde el 14,2% registrado en marzo de 2019 al 14,5% del tercer mes de este año.

Así, en términos interanuales, los mayores incrementos del desempleo entre los países de los que Eurostat dio datos se produjeron en Lituania (1,1 puntos porcentuales), Luxemburgo y Rumanía (0,9 décimas porcentuales), Letonia y Suecia (5 décimas) e Irlanda (4 décimas).

España tuvo el mismo aumento interanual que Alemania, donde el paro también creció 3 décimas porcentuales entre marzo de 2019 y 2020.

En términos mensuales, España y Chipre experimentaron los mayores incrementos en la tasa de paro durante marzo frente a febrero, con subidas de 9 décimas porcentuales, seguidos de Luxemburgo (8 décimas porcentuales más), Rumanía (7 décimas), Croacia e Irlanda (6 décimas en ambos casos).

No obstante, Eurostat explicó que los datos publicados este jueves se basan en los criterios que sigue la Organización Internacional del Trabajo, según los cuales una persona desempleada es un individuo sin trabajo que ha buscado un puesto laboral de forma activa en las últimas cuatro semanas y puede empezar a trabajar en las siguientes dos semanas.

Eurostat admitió que las medidas de confinamiento han provocado un importante aumento en las solicitudes de ayudas al desempleo en la UE. Sin embargo, añadió que "una parte significativa" de las personas que se han apuntado a las listas del paro no están buscando de manera activa trabajo debido a las cuarentenas aplicadas en los Estados miembros o a que tienen que ocuparse de sus hijos y no pueden trabajar por ese motivo.

Discrepancias

Por tanto, la oficina de estadística comunitaria asumió que esa situación conduce a discrepancias entre las personas registradas en las oficinas del paro y las que se consideran desempleadas según el criterio de la Organización Internacional del Trabajo, el estándar que ha seguido Eurostat para presentar los datos.

Así, si una persona trabajaba hasta febrero, pero no lo hizo en marzo por el confinamiento, aunque no ha sido despedido y se le ha garantizado que podrá regresar a su puesto en tres meses, no se considera que ese individuo esté en el paro.

Por el contrario, se contabilizará como parada a una persona despedida en marzo que ha buscado trabajo por Internet de forma activa con la intención de que la contraten en cuanto mejore la situación del mercado laboral y puede comenzar a teletrabajar de manera inmediata.

Por otro lado, se considerará no activo a un individuo parado que buscaba empleo antes de la pandemia y ha interrumpido su búsqueda para cuidar a sus hijos hasta que se reanuden las clases. Esa persona no se contabilizará como desempleada en marzo.

En el conjunto de la eurozona, la tasa de desempleo creció una décima porcentual, del 7,3% en febrero al 7,4% en marzo, mientras que en los Veintisiete también se incrementó una décima y pasó del 6,5% al 6,6%.

En términos interanuales, el paro cayó tres décimas tanto en los países del euro como en los Veintisiete.