La crisis asociada a la pandemia del coronavirus ha minado severamente la confianza de los empresarios en la evolución de la economía hasta situarla en niveles semejantes a los de 2013, uno de los años más críticos de la llamada Gran Recesión (2008-2013). Según las conclusiones del tercer sondeo del informe La empresa española ante el Covid-19, elaborado conjuntamente por KPMG y la patronal CEOE, siete de cada diez directivos consideran que la situación económica es "mala" o "muy mala" y algo más de la mitad aseguran que sus compañías deberán reducir plantillas irremediablemente para mantenerse a flote.

El referido sondeo fue realizado entre los días 13 y 17 de este mes de abril, con opiniones de 693 directivos y empresarios españoles vinculados a 25 sectores productivos, a quienes se preguntó sobre la situación de la economía española y acerca del comportamiento de sus empresas y sus principales magnitudes de negocio. También, sobre las medidas aplicadas para hacer frente al impacto de la crisis. En los siguientes puntos se sintetizan los principales resultados.

Situación y perspectivas. El 30% de los encuestados considera que la situación económica es "muy mala", y el 44%, "mala". El 74% resultante de sumar ambas proporciones no se alcanzaba desde 2013 (75%), si bien en 2012 la percepción era sensiblemente peor que ahora (95%). Las perspectivas para el resto del año son así, según se explica en el informe de KPMG y la CEOE: "Para los próximos doce meses, las previsiones se mantienen estables con respecto al último sondeo, aunque con una leve mejora. El 67% de los empresarios y directivos encuestados estima que la economía española irá a peor¬ en 2020, frente al 72% de los encuestados a finales de marzo".

Empleo. El 51% de los empresarios y directivos anticipa que deberá reducir su plantilla, frente al 43% que reflejaban los resultados del sondeo precedente. "Solo un 8% prevé aumentarla" y "el porcentaje de directivos que mantendrá su plantilla se sitúa en el 41%", precisan los autores del estudio.

Inversión. Hay, asimismo, un profundo desgaste en las expectativas de inversión. Las empresas que prevén reducir sus proyectos este año pasan del 56% que reflejaba la encuesta en marzo al 64%. Y las que esperan incrementos se quedan en el 12%.

Impactos. El 55% de los encuestados considera que la estrategia comercial y las ratios de liquidez "son los ámbitos que están experimentando un mayor impacto". La gestión de recursos humanos, que hasta ahora había sido considerada el área más afectada, se sitúa en tercera posición (47%). Casi una cuarta parte de las empresas (24%) ha visto reducida su actividad a menos del 10% y únicamente un tercio de las encuestadas asegura haber podido mantenerla por encima del 80%. Más de la mitad de los negocios declaran retrocesos superiores al 50%.

Internacionalización. En un contexto de crisis sanitaria y económica generalizada en las principales regiones del mundo, "los empresarios mantienen una actitud conservadora ante la internacionalización de sus compañías", expone el comentado informe. El 38% prevé mantener igual su presencia en otros países y el 19% afirma que la reducirá. El 12% de los encuestados opina que aumentará su negocio exterior, pese a que los observatorios económicos están pronosticando una caída histórica de los flujos mundiales de bienes y servicios.

Medidas. El 35% de los directivos y empresarios han recurrido a expedientes de regulación temporal de empleo (ERTE) por fuerza mayor, con suspensiones de contratos o reducciones de jornada. En uno de cada cuatro casos se ha recurrido a medidas de flexibilidad de jornadas (bolsas de horas) y a anticipar vacaciones.

Salarios. Junto a las reducciones de plantilla, una proporción significativa de empresarios (el 38%, casi cuatro de cada diez) prevé recortes en las retribuciones generales de sus empleados. Un tercio responde que reducirá, diferirá o eliminará las retribuciones variables de plantilla y directivos para 2020. "Las empresas están librando una batalla de cuyo desenlace depende en gran parte el futuro del empleo y del bienestar de nuestro país", destaca el presidente de la consultora KPMG en España, Hilario Albarracín, al hilo de los resultados del sondeo. Y añade: "Las empresas no solo están enfocadas en resolver sus problemas actuales de liquidez, cadenas de suministros o de gestión de personas, sino que también se están preparando para transformar sus modelos de negocio en la nueva realidad que surgirá después de esta crisis". A la espera de que se vaya definiendo esa nueva realidad, Hilario Albarracín enfatiza: "Ni la economía ni las empresas pueden parar; ambas deben impulsar la reactivación".