La tregua en el mercado de petróleo permitió ayer el rebote de los mercados de renta variable europeos. En cualquier caso, no fue una sesión tranquila, pues los principales índices de referencia mundiales oscilaron con subidas y bajadas del 1 por ciento. Desde el 1,61% del DAX alemán hasta el 1,25% del CAC francés. España, por su parte, sigue sin ser de los índices más brillantes y se anotaba un 1,28%. En EE.UU. los inversores también se decantaron por las compras, a la espera de que el Senado norteamericano apruebe otro paquete de estímulos por 500.000 millones de dólares para las pymes. Dow Jones rozó el 2% y el Nasdaq cerró con un 2,81%, y todo ello a pesar de la caída de Netflix tras presentar nos extraordinarios resultados (pero advertir de la previsible caída en suscriptores a medida que se acelere el desconfinamiento).

El crudo West Texas rebotaba con fuerza en EE.UU. más de un 25%, hasta los 14 dólares el barril, alejándose de los precios negativos del lunes. Esto permitió también una mejora en las expectativas de inflación, lo que de alguna forma, supuso un alivio al sector financiero, que logra cerrar en positivo por primera vez en la semana.

El otro foco de atención de la jornada de fue el mercado de deuda gubernamental. Las continuas emisiones de deuda soberana por parte de los Estados para hacer frente a los efectos de la pandemia comienzan a pasar factura en las primas de riesgo periféricas. Adicionalmente, la posible revisión a la baja de la calidad de la deuda transalpina por Standard & Poor's el viernes levantaba viejos fantasmas del pasado. En cualquier caso, las primas se mantienen todavía contenidas, en gran parte, gracias a la acción del BCE. El interés exigido al bono español se disparaba hasta el 1,14% y en el italiano hasta el 1,98%, con la prima de riesgo española superando los 160 puntos básicos y tocando máximos desde 2016.

* Responsable de Mercados de Banca Privada de BBVA