La Confederación Regional de Empresas del Metal de Canarias (CREM) lanza un SOS a las Administraciones Públicas y alerta de la urgencia de aplicar diez medidas que permitan la supervivencia y la reconstrucción económica y social de las Islas, especialmente de las micropymes (de menos de diez trabajadores/as), que suman unas 127.000 y suponen el 95% del empresariado en el Archipiélago: "Sin ellas, sin sus miles de profesionales autónomos, Canarias no llega a ningún lado. El escenario que vivimos es excepcional y, por tanto, las medidas deben de ser excepcionales", señalan.

La CREM, integrada por las federaciones provinciales Femete y Femepa, que presiden Alberto Villalobos y Vicente Marrero, respectivamente, ha difundido un comunicado en el que expresa su enorme inquietud.

Recuerdan que para ayudar a los problemas sanitarios que la sociedad canaria está sufriendo, "nuestras casi 3.000 empresas asociadas y sus cerca de 20.000 trabajadores se están volcando desde el primer minuto para que se apliquen todos los procedimientos de prevención de riesgos laborales y, de esa manera, ofrecer servicios esenciales, servir a la ciudadanía y mantener la economía activa".

Eso, teniendo en cuenta que las 25 asociaciones profesionales que agrupa cubren sectores tan importantes como la automoción, instalaciones eléctricas, tecnologías de la información y telecomunicaciones, aire acondicionado, fontanería y gas, reparaciones navales, construcciones metálicas, energías renovables, entre otros.

Metal y empresariado, claves

Para la CREM, "es de justicia que las administraciones y la sociedad, en general, pongan en valor al empresariado industrial que crea y mantiene puestos de trabajo de calidad, cualificados, estables y bien remunerados". Por tanto, entienden que resulta clave que la industria del metal y su empresariado se mantenga con vida.

En el actual estado de cosas, la CREM insiste en que el Gobierno "debe poner su lupa en la micropyme industrial y cuidarla al máximo como principal generadora de empleo.

Y advierte que tras la crisis sanitaria sufriremos otra económica y social con una fuerte recesión, escasa actividad industrial, altísimos porcentajes de desempleo y, como consecuencia, "se multiplicará el intrusismo, la siniestralidad y la economía sumergida".

Según los datos de una reciente encuesta, el 30% de las empresas canarias del metal y nuevas tecnologías permanecen cerradas al público, mientras un 34% están abiertas con restricciones;, otro 30% para servicios de urgencias y solo el 6% abren sin restricción. Estas últimas en su mayoría vinculadas a talleres de mecánica de automóviles, instalaciones eléctricas y de telecomunicaciones, así como mantenimiento y reparación de maquinaria industrial. Además, el 50% de empresas del metal asegura que su actividad ha caído por completo, así como que un 35% ha presentado un ERTE y otro 7% se plantea hacerlo en los próximos días. Estas estimaciones calculan que se podrían perder unos 10.000 empleos.