Los principales sindicatos con representación en el Archipiélago encaran un Primero de Mayo sin movilización en la calle pero con la intención de trasladar al espacio virtual la reivindicación de que, tras la crisis que dejará el coronavirus, lo primero que hay que rescatar son los trabajadores.

Del 21 al 31 de abril se difundirá en redes sociales la convocatoria y los contenidos reivindicativos por parte de diez representantes sindicales, en una campaña que coincidirá con otros diez testimonios de personas del mundo de la cultura. Ya el 1 de mayo habrá una rueda de prensa conjunta entre UGT y CCOO a la que seguirá un homenaje a los empleados de los sectores esenciales "que han sido la cara visible de esta emergencia sanitaria" y posteriormente habrá una manifestación virtual. Para ella se pedirá difundir por las redes sociales fotos con alusiones reivindicativas de los derechos laborales y, por la tarde, habrá un concierto online que culminará con el aplauso al personal sanitario.

Inocencio González, secretario general de CCOO en Canarias, explicó que el lema se basará en reivindicar el trabajo en los sectores "que se han demostrado esenciales". El sindicato también busca que se refuercen los servicios públicos y reivindica, a su vez, un nuevo modelo económico y social que tenga presente el bienestar de las personas. El secretario de Organización de UGT en Canarias, Héctor Fajardo, también apunta a que se hará una campaña digital en redes sociales y medios de comunicación y que, asimismo, se centrará en que deben ser los trabajadores "el eje sobre el que giren las políticas de reconstrucción económica".

González expresó su voluntad de invitar a otras organizaciones sindicales para que el 1 de mayo sea lo más unitario posible, algo que en principio rechaza el secretario de Comunicación de Intersindical Canaria (IC), Jaime Bethencourt, quien opina que no están en condiciones de secundar las propuestas de UGT y de CCOO por su política "colaboracionista" con el Gobierno. Bethencourt hizo hincapié en lo paradójico de no poder convocar una movilización "cuando más precisan manifestarse los trabajadores y con mayor contundencia" ante una situación que califica de "indeseable".