El impacto del coronavirus en el mercado de trabajo del Archipiélago es más que evidente. La situación laboral del 43% de los canarios (algo más de dos de cada cinco isleños) ha cambiado como consecuencia de una pandemia sin precedentes que ha obligado al Estado a decretar el confinamiento de la población y la paralización de todas las actividades que no sean esenciales. La mayoría de quienes han visto variar sus circunstancias contractuales, el 34%, apunta a la activación de un expediente de regulación temporal del empleo (ERTE) como responsable de tales cambios.

La encuesta de la empresa Servicios Avanzados de Opinión (SAO), cuyos primeros resultados ya han sido publicados por EL DÍA, refleja que un 6% no ha visto renovado sus contratos, mientras que un 1% ha sido despedido y un 2% se ha visto abocado a coger vacaciones. La hostelería es el sector más afectado por los ajustes en el empleo, en consonancia con su mayor peso en la economía canaria. La encuesta, realizada entre el 28 de marzo y el 3 abril con 870 entrevistas sobre una población a partir de los 16 años, muestra que el 86% de los ciudadanos cuestionados se han visto afectados por un ERTE en esta rama de actividad, cifra que asciende al 96% si se suman despidos (7%) y renovaciones de contratos no efectuadas (3%). Solo la situación del 2% de los ocupados encuestados de este sector no ha sufrido cambios.

La construcción se sitúa en segunda posición, pues el 62% de los trabajadores de este segmento ha sido despedido de forma temporal frente al 38% y 35% de quienes trabajaban en comercio e industria, que se posicionan como la tercera y cuarta actividad más afectada por esta medida. En el sector del ladrillo destaca, además, el alto porcentaje (38%) de empleados que han optado por la vía de las vacaciones ante el parón obligado por el Covid-19.

En la encuesta de SAO llama la atención, a su vez, el importante ajuste de empleo temporal que tiene lugar en el sector primario, pues un 43% de los encuestados respondió no haber firmado la renovación de su contrato. Una opción más practicada, en términos generales, en Santa Cruz de Tenerife (8%) que en Las Palmas (4%), si bien en la provincia oriental más personas, un 44%, se han visto afectadas por un ERTE que en la demarcación occidental (24%). En ambas provincias un 1% declaró haber sido despedido.

Si se pone el foco en los hogares con menores, el estudio apunta a que un 46% de los trabajadores en esta situación ha sido incluido en expedientes de regulación temporal de empleo. Si se suman también los despidos y las renovaciones de contrato no realizadas, se tiene que un 50% de los canarios que conviven con menores han visto como sus circunstancias laborales empeoraban a causa del coronavirus. Por sexos, las mujeres han sufrido más la desmantelación del empleo temporal y los hombres los ERTE.

Las grietas que el coronavirus ha abierto en el mercado laboral no paran de crecer. Los datos del paro registrado y afiliación a la Seguridad Social relativos a marzo, y publicados la semana pasada por los ministerios de Trabajo y Seguridad Social, pusieron de relieve que el Archipiélago lidera la destrucción de empleo desde el inicio del confinamiento, con la desaparición de más de 51.000 puestos de trabajo, y un ritmo de crecimiento del paro, del 9,53%, por encima de la media.

A estos datos se suman los afectados por despidos temporales. Hasta el pasado viernes, se habían presentado en las Islas 24.337 solicitudes de expedientes de regulación temporal de empleo por causa de fuerza mayor que afectan a 186.754 trabajadores. La hostelería y el comercio, según los datos difundidos por la Consejería de Economía del Gobierno regional, acogen el mayor número de expedientes, con el 32,91% y el 25,93% del total.