Los últimos datos de paro en Canarias, publicados ayer por el Servicio Público de Empleo Estatal, solo reflejan la punta de un gran iceberg de desempleo. Así lo consideran las patronales y los sindicatos de las Islas, que coinciden en que los datos no reflejan al completo la "dura realidad" que se avecina una vez se haya ganado la batalla sanitaria contra el Covid-19. Las cifras, que indican que el Archipiélago destruyó en marzo más de 51.000 trabajos, no incluyen a los miles de canarios afectados por los ERTE, los cuales se estima superan ya las 75.000 personas. "El incremento del paro será muchísimo mayor dentro de un par de meses", augura el secretario general de la Confederación Canaria de Empresarios de Las Palmas (CCE), José Cristóbal García.

Algunos empresarios reconocen que no será hasta mayo cuando los datos reflejen los verdaderos efectos del coronavirus en el empleo de Canarias, pero aseguran que ya en marzo puede apreciarse que "la crisis mundial golpeará al Archipiélago más intensamente que al resto del territorio español", según palabras del presidente de la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE) en Tenerife, José Carlos Francisco. Tanto para García como para Francisco las cifras elevadas de ERTE muestran "el compromiso firme de los empresarios de sostener el empleo". Ambos, además, exigen al Estado más ayudas para los autónomos, al considerar que este será de los colectivos más afectados por la crisis económica que acompañará a la sanitaria. "El Estado parece creer que las empresas son el enemigo, cuando es todo lo contrario", apunta el secretario general de la CCE.

Tampoco sorprenden las cifras del paro al presidente de la Confederación canaria de la pequeña y mediana empresa (Cecapyme), José Juan Socas, quien asegura que muchas compañías comienzan a hacer reajustes en su organización ya que hasta el momento han mantenido sus plantillas al completo al considerarse servicios esenciales. Es el caso del sector portuario, en el que muchas empresas han aguantado el tirón hasta terminar el mes, pero ahora se ven obligadas a recortar personal como consecuencia de la reducción del tráfico marítimo. Socas reclama al Ejecutivo central un mayor contacto con las empresas y que "las decisiones que se tomen vayan de la mano del sector privado", que es donde más empleo se está destruyendo.

El comercio es otro de lo grandes afectados por la pandemia del coronavirus, por lo que desde la Federación de Áreas Urbanas de Canarias se exige al Gobierno medidas que ayuden a paliar los efectos de la crisis que se avecina. "Si el Ejecutivo no ayuda ahora a los pequeños negocios lo va a pagar caro cuando vea las consecuencias del cierre de comercios", advierte Abbas Moujir, presidente de la Federación.

La industria canaria sí continúa en marcha, por lo que los datos de desempleo son menos preocupantes que en otras áreas. Gonzalo Medina, presidente de Asinca, reconoce que aunque los efectos no sean tan devastadores como en otros sectores, "la industria también va a sufrir un proceso de adaptación porque gran parte de los clientes estaban enfocados a temas de hostelería". "Las medidas que se apliquen en las Islas deben tener en cuenta que se trata de una región ultraperiférica", subraya Medina.

Los sindicatos

A los sindicatos de las Islas tampoco les sorprenden las cifras de parados, pero les preocupa que los empresarios opten por los despidos y no por los ERTE. "Es vital que las compañías recurran a alternativas que permitan a los trabajadores recuperar el empleo", explica Inocencio González, secretario general de CCOO en Canarias.

Héctor Fajardo, secretario de organización de la Gestora de UGT Canarias, coincide con González y pide al Gobierno que "legisle a favor de la clase trabajadora para poder mantener los índices de empleabilidad en las Islas durante los meses posteriores a la crisis sanitaria".