El coronavirus y sus repercusiones socioeconómicas les costarán muy caro a muchos negocios. Pero ninguno pagará un precio tan alto como aquellos que dependen del turismo. No solo por el cierre a cal y canto de los establecimientos, sino también por la incertidumbre de no saber hasta qué punto la pandemia modificará los hábitos de los viajeros. En cualquier caso, la Covid-19 le robará al sector turístico regional una suma equivalente a los ingresos de cuatro meses de actividad. ¿Cuánto? Casi 5.000 millones. Y lo peor es que estas pérdidas son las que pueden darse por seguras en el actual escenario y con las actuales medidas y plazos para contener el avance del virus. Si la situación no mejora y los hoteles y apartamentos siguen cerrados después del próximo mes, a esos miles de millones se sumarán más y más pérdidas con el paso de los días.

"Me consta que hay incluso grandes empresas que lo van a pasar muy mal". Las palabras de José Luis Zoreda, vicepresidente ejecutivo de la Alianza para la Excelencia Turística (Exceltur), resumen la delicadísima coyuntura que atraviesa la primera industria del Archipiélago. Exceltur, que es la entidad que aglutina a 28 de las mayores firmas nacionales vinculadas al turismo (desde cadenas hoteleras y empresas de transporte hasta, por ejemplo, agencias de viajes y turoperadores), calcula que el coronavirus le restará este año al PIB turístico de España hasta 54.733 millones de euros. El Producto Interior Bruto (PIB) sectorial, es decir, la renta que al cabo del año genera el turismo (incluidos los beneficios de las empresas y los salarios de los trabajadores), se reducirá así un 32,4%. Un histórico batacazo que Canarias sufrirá en similares términos.

Hasta mayo

El análisis del servicio de estudios de Exceltur parte de la base de que finalmente serán necesarios cuatro meses para frenar la pandemia. Una previsión en línea con la del Ministerio de Sanidad en la que la patronal incluye que no será antes del 20 de mayo cuando se alcance el "pico" de infecciones y defunciones, tal como argumentan desde instituciones como la Universidad Politécnica de Valencia. Bajo estas premisas, en la organización entienden que no será hasta después de ese día cuando se relajen las restricciones impuestas por el Gobierno central, cuando menos en lo relacionado con la actividad turística. Y desde ese momento tendrá que transcurrir al menos un mes para que los turistas empiecen a plantearse pasar unos días en las Islas. La demanda crecerá primero y más rápidamente en los viajes de proximidad, como los que hacen el tinerfeño que se va a descansar unos días a Fuerteventura o el grancanario que se va a La Palma, por ejemplo, pero se recuperará mucho más lento en el caso de los vuelos de la Península al Archipiélago y sobre todo en el de los vuelos internacionales. En este sentido, para la economía canaria es crucial que Alemania y el Reino Unido ganen cuanto antes la guerra contra el coronavirus. No en vano se trata de los dos países que más turistas envían a las Islas, por lo que es clave que se recuperen pronto.

Tras el estudio de todas las variables mencionadas, Exceltur calcula que la irrupción de la Covid-19 en Europa reducirá el PIB turístico de la región en, exactamente, 4.718 millones. Una caída de un 25,9% en relación con las cifras de 2019. Si se tiene en cuenta que la facturación de todo el sector ascendió el año pasado a 15.071 millones de euros, según los últimos datos de Promotur, que es la empresa pública que se encarga de la gestión y el marketing de la marca Islas Canarias, resulta que las pérdidas equivalen a los ingresos de cuatro meses de actividad. Una losa que los hoteles, apartamentos, restaurantes, bares, parques recreativos y demás negocios que viven directa o indirectamente del turismo tendrán que soportar incluso una vez superada la crisis del coronavirus.

El vicepresidente ejecutivo de Exceltur explicó ayer que el sector no solo no se recuperará en V, sino que ni siquiera lo hará en U. Hay expertos y economistas (cada vez menos con el paso de los días) que creen que a la vertiginosa caída de la economía la seguirá una inmediata e igualmente veloz vuelta a la normalidad, lo que sería una recuperación en V. Otros, que son mayoría, consideran que antes de volver a la normalidad se pasarán algunos meses en recesión, un período que durará más o menos en función de que las medidas anticrisis de los gobiernos sean o no las adecuadas. Esta sería la recuperación en U. En el caso concreto del turismo, todo parece que los dos extremos de esa U estarán mucho más separados que para el conjunto de la economía. "Vamos a ser los últimos en salir", aseguró Zoreda, que lanzó un SOS al Ejecutivo.

El representante de la Alianza para la Excelencia Turística hizo hincapié en que el apoyo que el Gobierno central ha brindado al sector no se compadece con el peso de una actividad en la que España está entre las tres mayores potencias mundiales. El Estado aprobó ayer una pequeña medida de alivio para las agencias de viajes, que ahora pueden ahorrarse los reembolsos por cancelaciones dándoles bonos canjeables a los clientes, pero hace falta mucho más. Exceltur pide una moratoria en el pago de todas las cuotas a la Seguridad Social y de todos los impuestos, sin distinciones en función del tamaño de las empresas; elevar la línea de créditos con aval público a al menos 200.000 millones; y permitir que los expedientes de regulación temporal de empleo en el sector se prolonguen más allá del final del estado de alarma, toda vez que la recuperación del turismo tardará más.

Por su parte, la Federación de Empresarios de Hostelería y Turismo (FEHT) pidió a los ayuntamientos canarios que pacten una rebaja de impuestos en favor de las empresas del sector. La patronal exhorta a reducir al mínimo legal el Impuesto sobre Bienes Inmuebles (IBI) y suspender el cobro de tasas. La FEHT quiere que todos los consistorios asuman las medidas, y no que determinados ayuntamientos, como hasta ahora, aprueben aplazamientos que a la larga habrá que pagar, complicándoles aún más el futuro a las empresas.