La construcción se encuentra "en ralentí" y se prevé este mes un descenso superior al 20 por ciento en el consumo de cemento respecto al registrado en febrero, caída que será mayor en el caso de los áridos, según ha indicado este martes el presidente de Fepeco, Óscar Izquierdo.

El máximo dirigente de la patronal de la construcción en Santa Cruz de Tenerife ha explicado que en comparativa, y antes de la crisis del coronavirus ya el consumo de cemento registrado en enero de este año fue un 20,28 por ciento menor que en el mismo mes de 2018, al pasar de 21.153 toneladas a 16.862.

En febrero de este año el consumo de cemento fue de 15.207 toneladas frente a las 18.023 registradas en el mismo mes de 2018, un 15,62 por ciento menos, detalla Óscar Izquierdo, quien indica que las cifras del próximo mes, cuando ya se refleje el paro provocado por el decreto de alarma, pueden ser "catastróficas".

Asimismo el consumo de áridos mostrará caídas mayores en porcentaje, ya que previamente a la crisis del coronavirus había pocas obras de asfaltado en ejecución, añade.

"La incertidumbre se ha instalado en la construcción ante la falta de medidas económicas y laborales claras por parte de la administración central", continúa Izquierdo, quien recuerda que el sector es muy variado al incluir obra pública, promoción privada, pequeñas reformas, actividades extractivas, autónomos, almacenes de materiales, ferreterías, empresas de hormigón, movimientos de tierra e intermediaciones inmobiliarias.

Hay malestar generalizado en el empresariado de la construcción por la falta de medidas que tengan en cuenta la situación de paralización que se está produciendo en el sector y que no está prevista por el Real Decreto Ley para facilitar acogerse a un ERTE por causa de fuerza mayor, critica asimismo Óscar Izquierdo.

Además, prosigue, en cuanto a las medidas económicas el sector reprocha que los 200.000 millones invertidos en avales, líneas de crédito ICO, la flexibilización de los ERTE, apoyo al I+D+i, entre otras, carecen de procedimientos claros aplicables a la construcción.

Por ello, afirma, la mejor financiación actual y que se precisa "urgentemente" es el pago de las deudas de la administración a las empresas constructoras ya que "el sector necesita el pago de las certificaciones por parte de las administraciones de manera imperiosa".

Fepeco se ha puesto a disposición del Gobierno de Canarias, así como de los cabildos y ayuntamientos, para colaborar en la medida de sus posibilidades, y apunta su presidente que "no es el momento de quedarse quietos" sino de agilizar los proyectos de construcción de obra pública "unos empantanados que llevan tiempo esperándose y otros por comenzar".

El objetivo es que cuando termine esta situación de alarma "podamos acometer de manera inmediata la ejecución de obra que permitirá mantener el sistema productivo y empujar a los otros sectores económicos" que dependen directamente de la construcción.

No se entendería una inacción absoluta "por dejadez de funciones", asegura el presidente de Fepeco, quien puntualiza que la crisis sanitaria y el confinamiento "no significa una paralización en los quehaceres que puedan desarrollarse desde el teletrabajo" y la administración "tiene que ser paradigmática en dar ejemplo y ser eficiente ahora más que nunca".