La Reserva Federal de EEUU (Fed), el Gobierno alemán y el consejo de ministros de Economía de la Unión Europea (Ecofín) anunciaron ayer nuevos planes de estímulos monetarios y fiscales sin precedentes. Pero tamaño despliegue de auxilios para la estabilización económica no fueron capaces de sostener los mercados, que ayer, tras la leve recuperación del jueves y el viernes, volvieron a claudicar, con pérdidas generalizadas en las Bolsas y alzas, aunque leves, en las primas de riesgo.

La Fed (el banco central de EE UU), que el 3 de marzo había aprobado la inversión de 700.000 millones de dólares (652.332 millones de euros) para intentar estabilizar la economía, se descolgó ayer con el lanzamiento de un programa de compra de bonos del Tesoro y títulos de deuda privada respaldados por hipotecas por una cuantía ilimitada (una decisión inaudita) y recurriendo a toda la "gama completa de herramientas" a su alcance.

En aras al compromiso de garantizar la estabilidad de los mercados y la efectividad de su política monetaria, la Fed aprobó a su vez la concesión de préstamos estudiantiles, créditos al consumo y préstamos respaldados por el Gobierno a pequeñas empresas. También comprará bonos de grandes compañías y les otorgará líneas de financiación.

Esta actuación agresiva se produjo al mismo tiempo que el Gobierno alemán, con renuncia a su tradicional disciplina presupuestaria y al horror nacional al déficit en las cuentas públicas, suspenderá la cláusula constitucional que limita el descubierto presupuestario anual a un máximo del 0,35% del PIB para lanzar un plan suplementario de gasto de 156.000 millones, el mayor desde la II Guerra Mundial, y que entrañará el primer aumento de la deuda del país en cinco años. El Gobierno de Angela Merkel prevé actuaciones contundentes, que pasarán, si fuese necesario, por rescates y estatalizaciones de empresas, creación de un fondo de rescate de autónomos y microempresas y créditos sin límites para la liquidez de las compañías, entre otras medidas.

A su vez, los ministros de Economía y Finanzas de la UE (Eurocofin) respaldaron otra propuesta inédita en la Unión que ya fue aprobada el viernes por la Comisión: por vez primera se aplicará la cláusula de escape que permitirá a los gobiernos gastar sin cuartel e incumplir los objetivos de déficit del Pacto de Estabilidad y Crecimiento con tal de impedir o aliviar el derrumbe de la economía. Eso dará vía libre para que Canarias pueda gastar el superávit que tiene acumulado en los bancos sin poder utilizar a causa de la regla de gasto.

Todas estas medidas, junto con las ya aprobadas por otros gobiernos nacionales (caso de España) y el plan de inyección de 1,1 billones anunciado el jueves por el Banco Central Europeo (BCE), integran una gigantesca operación de salvamento público de la que de momento sólo ha quedado parcialmente descolgado el Gobierno de EE?UU, que ayer no logró el respaldo del Senado a su plan de estímulo fiscal por un monto de 100.000 millones.

Pese esta ofensiva insólita, y a que las agencias de calificación S&P y Moody's respaldaron el viernes por la noche la solvencia española, el Ibex 35 no logró sostener la recuperación y cerró ayer en rojo al igual que las grandes plazas europeas y asiáticas (salvo Tokio) mientras las pérdidas se proyectaban sobre los parqués europeos.