La banca cerró el año pasado un total de 54 oficinas en Canarias, el 6,09% del sector en las islas, según refleja la última estadística publicada por el Banco de España.

En total, las entidades de depósito españolas cerraron 2.160 oficinas en el ejercicio 2019, lo que supone una disminución del 8,3% de la red, la mayor en términos porcentuales desde que en 2013 se efectuó un recorte del 11,5%, con el cierre de 4.376 sucursales.

Así, en el país se cerraron de media seis oficinas por día en 2019 hasta finalizar el año en 23.851 sucursales.

Estas cifras se vieron intensificadas por la reestructuración de oficinas de Santander tras integrar Banco Popular, que supuso el cierre de más de 1.100 sucursales, y el plan estratégico de CaixaBank, que contempla el cierre de 850 antes del próximo mes de junio.

Así, fue especialmente intenso el cuarto trimestre del año, con una reducción de la red en 1.004 oficinas, lo que equivale a clausurar once sucursales por día.

En la última década, el total de sucursales bancarias en España se ha recortado en un 45,9% o, lo que es lo mismo, en 20.234 oficinas, situándose el total en mínimos de 1979, hace 40 años. La red alcanzó su pico más alto en 2008, con 45.662 oficinas, un 47,7% más que ahora.

Por comunidades autónomas, el mayor recorte en términos absolutos lo experimentó Cataluña, con 360 oficinas menos en el año 2019 (-10% de la red total).

Le siguieron Andalucía, con 330 cierres (-7,73%), Comunidad Valenciana, con 227 oficinas menos (-8,87%), Madrid, con 224 menos (-7,07%), Castilla y León, con una reducción de 214 oficinas (-10,94%), Galicia, con 136 (-9,12%) y Castilla-La Mancha, con 126 (-8,36%).

Por su parte, País Vasco redujo su red en 95 oficinas (-7,23%), Extremadura en 82 (-9,23%), Islas Baleares en 82 (-10,8%), Aragón en 59 (-5,71%), Canarias en 54 (-6,09%), Murcia en 52 (-6,61%), Asturias en 41 (-6,46%), Navarra en 26 (-5,36%), Cantabria en 25 (-7,6%), La Rioja en 25 (-8,2%) y Ceuta y Melilla en 2 (-5,41%).

Según los datos del Banco de España, al cierre de 2019 había en el país 195 entidades de depósito (114 españolas y 81 extranjeras), tres menos que un año antes.