El escenario ha cambiado. Es la opinión que comparten partidos políticos y empresarios canarios, que sostienen que la pandemia global del coronavirus ha dejado fuera de plano los objetivos de déficit y deuda impuestos por Bruselas y repartidos por Madrid entre las diferentes comunidades autónomas. Es necesario que el Archipiélago tenga disponible el superávit acumulado en los bancos, pero ya no solo eso, también una mayor capacidad de endeudamiento para hacer frente a un gasto que se prevé ciclópeo.

Se necesita una inversión sanitaria, como medida urgente, y financiar con posterioridad el parón de la economía que provoca el estado de alarma en el que se encuentra sumida toda España desde el pasado fin de semana. Lo apuntó el presidente de Canarias, Ángel Víctor Torres: “300 millones serán pocos”. Entre 270 y esos 300 millones de euros a los que se refirió el jefe del Ejecutivo regional se calcula que está la suma que pertenece a las arcas regionales y está actualmente en los bancos. El pasado domingo, Torres solicitó a Pedro Sánchez contar con esa cantidad y mucha más para hacer frente a la urgencia sanitaria.

Hasta el momento, la Unión Europea (UE) no ha dado su brazo a torcer. El discurso que dirigido el miércoles a los alemanes Angela Merkel abre la puerta a la esperanza. El norte, opuesto a que el sur se salga del corsé creado desde el desastre de las finanzas públicas de la anterior crisis económica, se ablanda. Falta ahora que Bruselas reaccione sin la lentitud que acostumbra. De hecho ya llega tarde. Desde Nueva Canarias (NC), su portavoz en el Parlamento, Luis Campos, demandó luz verde para contar con el superávit y una suma por determinar de dinero prestado para evitar el colapso de las cuentas isleñas.

El presidente de dicha formación, Román Rodríguez, es también vicepresidente y consejero de Hacienda del Gobierno canario. Aseguró ayer que aún “hay tiempo” para hacer frente “a esta nueva realidad” y optar por “suspender las reglas fiscales”. ¿Cuánto tiempo? Calculó dos meses para que el ingente gasto termine por ahogar a los exiguos ingresos. Con buena parte de la economía del Archipiélago completamente paralizada, la recaudación fiscal se hunde día tras día.

Apoyo total

Los discursos de los partidos en la oposición no difieren del que mantiene el Gobierno. Ninguno quiere salirse de la línea del máximo apoyo al Ejecutivo y han decidido aparcar el habitual objetivo de la obtención de rédito político ante unos hechos que ponen en jaque la salud y la vida de los ciudadanos.

“Llevamos ya dos años y medio reivindicando el derecho de los canarios a gastar su propio dinero”, señaló el senador por la comunidad autónoma de Coalición Canaria (CC), Fernando Clavijo. Bien lo sabe, porque ocupó el puesto de Ángel Víctor Torres hasta el último mes de julio y sus reiteradas demandas no obtuvieron éxito alguno. También en aquellas ocasiones, cuando el Archipiélago alzó la voz, la cohesión parlamentaria era una constante. Rodríguez incidió en el “disparate” que supone que todas las regiones tengan el mismo límite de déficit y, sin embargo, exista un tope de deuda “asimétrico”. Es más fácil para las que peor cuadraron ingresos y gastos durante los años de la anterior crisis.

El endeudamiento de Canarias ronda el 13% de su producto interior bruto (PIB), lo que genera un margen de casi diez puntos y casi 4.000 millones de euros. “No estamos pidiendo esto, sino hacer ver que si se desploman los ingresos, vamos a necesitar endeudarnos para hacer frente a la situación”, explicó Rodríguez.

“Lo hemos dicho muy claro y si hace falta lo repetimos una vez más”, enfatizó el presidente de CEOE-Tenerife, José Carlos Francisco. La patronal de la provincia occidental demanda desde hace años el acceso a los fondos que se han generado a base del esfuerzo de los ciudadanos de las Islas. El también economista adelantó que ninguna administración pública va a conseguir cumplir los objetivos impuestos por la Comisión Europea (CE). “Mucha más razón para abrir la mano y permitir la llegada del dinero preciso para afrontar la situación”, añadió.

Para el portavoz de la Agrupación Socialista Gomera (ASG) en la Cámara regional, Casimiro Curbelo, “es cuestión de tiempo” que Bruselas dé su brazo a torcer. En su opinión, desde ese momento, no transcurrirá mucho más hasta que el Ejecutivo español insufle oxígeno a las cuentas de las comunidades autónomas. Lo demuestra, en su opinión, que el real decreto aprobado por Madrid incluya la posibilidad de que las administraciones locales -ayuntamientos y cabildos- sí puedan echar mano del dinero que tienen en los bancos. “La UE va a remolque”, expuso y se mostró esperanzado en que los 750.000 millones que el Banco Central Europeo (BCE) va a inyectar a la economía signifiquen que Ursula von der Leyen, presidenta de la CE, “ha visto las orejas al lobo”.

Compañía no va a faltarle a Torres a la hora de demandar una apuesta por la laxitud fiscal y financiera, la que exige el galope de la pandemia que se extiende por buena parte del planeta. Fernando Clavijo aseguró que CC “respaldará las acciones” que su sucesor en el cargo desarrolle “para reclamar el derecho a utilizar esos fondos para medidas concretas que ayuden a frenar la crisis sanitaria en primer lugar y a articular un plan de acción para minimizar las consecuencias sociales y económicas”.

Incomprensible bloqueo

El mismo objetivo compartió la presidenta del Partido Popular (PP) en Canarias, Australia Navarro. A su juicio, resulta “incomprensible el bloqueo” al que el Gobierno central “somete a estas cantidades” en un momento en que se hace necesario contar con “con todos los fondos”.

La dirigente popular confirmó el “máximo apoyo y la máxima lealtad” de su partido a Ángel Víctor Torres en su defensa de la flexibilización de los objetivos de déficit y deuda y de la regla de gasto. Además, recalcó que es necesario un cambio en la ley para evitar que el superávit del pasado año se vaya por el sumidero de la amortización de deuda, algo que ya sucedió en los dos ejercicios precedentes. Nadie pone en duda que las deudas están para pagarlas, pero el contexto actual convierte ese sano ejercicio en prácticamente un desperdicio de recursos que son absolutamente necesarios para salvar vidas. La secretaria general de Podemos en Canarias, Noemí Santana, también alertó de que ni siquiera el superávit “va a ser suficiente”.

Es una reclamación que la también consejera de Asuntos Sociales ha tenido ocasión de poner sobre la mesa de la Conferencia Sectorial de Asuntos Sociales junto a algunos de su homólogos de otras comunidades autónomas. “Otros años la cuantía ha sido mayor, pero van a hacer falta muchos más recursos”, expuso sobre la necesidad de endeudarse para “incrementar el gasto público”, tanto para contar con más herramientas desde ya en el ámbito sanitario, como para hacer frente a los problemas económicos y sociales que se derivarán de la crisis actual.

Situación de urgencia

“Resulta cuanto menos llamativo que no se contemple esta posibilidad en una situación de urgencia como la que estamos viviendo”, señaló por su parte la portavoz del grupo Mixto (Ciudadanos) en el Parlamento de Canarias, Vidina Espino. En su opinión, la respuesta que están dando las administraciones “no es satisfactoria”.