La espiral de cierres y despidos ya ha comenzado. La preocupación es ahora cuánto durará. Que las heridas en las empresas canarias sean o no irreparables depende precisamente de hasta qué punto se alargue la crisis sanitaria. El momento crítico que atraviesa el sector turístico lo resumía ayer el presidente de la Asociación de Empresarios de Hostelería y Turismo de Fuerteventura (Aehtf), Antonio Hormiga: "Un mes, dos meses como mucho, podremos resistir; pero si esto va a más, no habrá marcha atrás". No en vano, ahondó Hormiga, hay hoteles en la isla de la maxorata que no tienen ni un solo cliente, con lo que su cierre es cuestión de tiempo. "Habrá que cerrar", subrayó.

El diagnóstico del representante de la patronal majorera es extrapolable a cualquiera de las restantes islas. En Tenerife, y en concreto en el Puerto de la Cruz, varios hoteles están ante una situación límite cuando lo peor todavía está por llegar. De hecho, la cadena Gema Hoteles cerrará dos de sus establecimientos en el municipio portuense a partir del próximo día 23. Resisten los hoteles que aún tienen huéspedes, pero estos van marchándose poco a poco mientras que casi nadie se aloja. "Hay situaciones en las que es preferible parar", apuntó la presidenta de la Asociación Insular de Empresarios de Hoteles y Apartamentos de Lanzarote (Asolan), Susana Pérez. Pérez avanzó que ya no se trata de que caigan las reservas, sino que sencillamente no hay reservas, "están a cero".

Decepción con el Estado

La presidenta de Asolan, como también hiciera Jorge Marichal, su homólogo de la patronal tinerfeña (Ashotel) y de la Confederación Española de Hoteles y Alojamientos Turísticos (Cehat), manifestó su decepción con las medidas de ayuda anunciadas por el Gobierno central. Marichal hizo hincapié en que los 400 millones para auxiliar al sector son "el chocolate del loro" y, además, aseguró que las grandes empresas quedan fuera de las ayudas cuando justamente son las más afectadas. Y lo son también en materia de empleo, de ahí que el principal representante del sector venga insistiendo en que echarles una mano en estos difíciles momentos es también echarles una mano a miles de trabajadores.

En línea con lo anterior, el director general de la cadena Cordial Canarias, Nicolás Villalobos, explicó que las empresas aguardan a que la autoridad laboral reconozca la crisis por el coronavirus como causa de fuerza mayor para poner en práctica expedientes de regulación temporal de empleo (ERTE). La idea es que todos los trabajadores puedan reincorporarse una vez pase lo peor de la crisis.

Como Villalobos, tampoco Santiago de Armas, presidente de IFA Hoteles, del Grupo Lopesan, ve mucho margen para evitar los cierres, sobre todo si el Reino Unido y Alemania deciden suspender vuelos. En este sentido, De Armas cree conveniente "tomar medidas colectivas" y parar, si es necesario, de la forma más consensuada y ordenada posible. "Será un éxito conseguir un 50% de ocupación, y eso no evitaría las pérdidas", remarcó el empresario.

Heridas en el transporte

Con todo, la peor noticia en términos de empleo se produjo ayer en la aviación comercial. Iberia, tal como avanzó El País, llevará a cabo un ERTE por la paralización de la actividad que podría afectar al 90% de la plantilla. En el caso de Canarias, los potenciales afectados son los 700 trabajadores de las bases de Gran Canaria, el norte y el sur de Tenerife y La Palma. Un nuevo golpe que contrasta con el crecimiento del 1,4% que en febrero experimentó el tráfico de pasajeros en los aeropuertos de la región. Los buenos datos, eso sí, se derrumbarán a partir de ahora.

En el caso del transporte terrestre, y en concreto escolar, hasta 4.000 empleados (entre conductores, acompañantes y personal de administración) se quedarán parados durante más de tres semanas, puesto que a los 14 días sin clases habrá que sumar la Semana Santa. Un tiempo en el que se suspenderán las 1.750 rutas diarias dependientes de la Consejería de Educación y las 450 rutas adicionales, de centros concertados o privados, que generan un movimiento diario de unos 45.000 alumnos en 4.450 guaguas, según los datos de la Federación de Empresarios de Transportes (FET).

"El Gobierno canario abona estos servicios por cada día efectivamente realizado, por lo que durante 24 días los transportistas no van a percibir ingresos mientras que sus plantillas están contratadas por meses completos, lo que supone una situación de quiebra económica insalvable", explicó José Ángel Hernández, secretario general de la FET. Para evitar males mayores, Hernández propone que ya que estos traslados estaban presupuestados, se abonen a las empresas para que estas puedan a su vez sostener las nóminas de sus empleados y no se vean abocadas a realizar un ERTE.

Y en cuanto al transporte turístico, que da empleo a 2.400 personas en la Comunidad Autónoma, la federación calcula que se ha producido un retroceso de la actividad de en torno al 30%, porque no solo ha descendido el número de clientes en los hoteles y el número de llegadas a los aeropuertos, sino que, además, se han cancelado todas las excursiones y visitas a los centros de ocio, una situación que empeora conforme avanzan las horas.