Los canarios pagan más del doble por la fruta, la verdura y la carne de lo que gana un agricultor o ganadero por producirlos. Los puerros, los pepinos, las papayas o la ternera son los productos que más se encarecen desde el punto de origen hasta el destino final, llegando en algunos casos a cuadruplicar y triplicar sus precios. La pérdida de rentabilidad y competitividad, alentada por los bajos importes que reciben los productores y los incrementos que experimentan sus artículos a lo largo de la cadena de distribución, han situado al sector primario, según denuncian desde las organizaciones agrarias y ganaderas, en una "situación insostenible" desde el punto de vista económico. Otros factores, como la política de recortes en las ayudas agrarias por la que apuesta una parte del bloque comunitario, los nuevos acuerdos comerciales de la Unión Europea (UE), el brexit, los sobrecostes estructurales del campo canario o las dificultades para acceder al agua en tiempos de sequía han contribuido a forjar la tormenta perfecta.

El campo canario ha dicho basta. Como ya ha ocurrido en diversos puntos de la Península, la precariedad que mina y lastra el desarrollo del sector primario ha conducido a los agricultores y ganaderos de las Islas a protestar en las calles. El presidente de COAG-Canarias, Rafael Hernández, y sus homólogos en la Asociación de Agricultores y Ganaderos de Canarias (Asaga-Asaja), Ángela Delgado, y en la Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos (UPA), Mario Escuela, anunciaron esta misma semana la convocatoria de una manifestación el 14 de marzo en Santa Cruz de Tenerife. Con la movilización quieren poner de relieve su descontento y reivindicar al Estado medidas que atajen su asfixia y la venta a pérdidas, como han hecho los agricultores y ganaderos en Península, pero también reclaman una "atención y sensibilidad especial" hacia el Archipiélago por su condición insular y ultraperiférica que deriva a otro tipo de problemas, como la dificultad para exportar, el pequeño tamaño de las explotaciones o el elevado precio del suelo agrario: el más caro de país y ocho veces más elevado que el de la media nacional.

Un precio 2,31 veces superior

El Índice de Precios-Origen (IPOD) que elabora mensualmente COAG-Canarias refleja que el importe que en enero pagaron los consumid ores en las grandes cadenas de distribución fue 2,31 veces superior al de venta del agricultor y ganadero en origen. Aun así, este diferencial de precios es el más bajo desde mayo del pasado ejercicio, cuando se situó en 2,30. El caso más llamativo es el del puerro, que multiplicó su valor por 4,48. Mientras que el consumidor pagó casi 2,70 euros por el kilo de esta alimento, el agricultor apenas recibió 60 céntimos. El pepino le sigue la estela con un diferencial del 3,96, al venderse en los puntos de ventas de las grandes cadenas de distribución por 1,68 euros el kilo. La papaya (3,64), la lechuga (3,60) y el plátano (3,09) son las otras frutas y verduras que triplicaron su valor en el segmento de productos agrícolas. Entre las carnes, la ternera es quien lidera el ranking, con un diferencial del 3,51. El ganadero gana, en este caso, 3,95 euros por cada kilo mientras que el consumidor final tuvo que desembolsar casi 13,9 euros de media por la misma cantidad. Quien compró carne de cerdo pagó casi el triple de lo que ganó el productor por él, mientras que por un kilo de pollo el comprador desembolsó 1,39 veces el precio en origen.

La diferencia de importes es solo la antesala del margen que obtienen los agentes de la cadena comercial. Este indicador se sitúa en el 348% en el caso del puerro y en el 296% en el del pepino, siempre según las estadísticas de COAG-Canarias. "Casi todos los días pensamos que no nos sale a cuento. Esta situación de precios bajos en origen no puede seguir así por mucho más tiempo", recalcan una y otra vez desde el sector. Incluso fondos de inversión y multinacionales han aterrizado en la agricultura y ganadería de las Islas para hacerse con explotaciones de productores que no pueden sostener por más tiempo su actividad en las condiciones actuales.

El campo espera que el ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas, exponga medidas concretas que contribuyan a relanzar su actividad. Planas, durante su comparecencia de mañana en el Congreso de los Diputados, explicará las líneas maestras de las políticas que su departamento pretende impulsar durante esta legislatura, justo en medio del conflicto abierto en el sector agrario. La reforma de la Ley de la Cadena Alimentaria parece clave para abordar la venta a pérdidas y el ministro ha anunciado la aplicación de varias modificaciones, aún por concretar, para evitar perjuicios a los agricultores y ganaderos. Su intervención también tendrá lugar en medio de la negociación del nuevo marco financiero europeo para el próximo septenio, un escenario donde Canarias tiene mucho en juego.

La salida de Reino Unido de la UE ha dejado un enorme vacío en las arcas comunitarias y una papeleta difícil de resolver. La merma de recursos que supone su marcha y la prioridad sobre otras políticas, como el cambio climático, han arrinconado a la Política Agraria Común (PAC). De salir adelante sin cambios el borrador que presentó esta semana el Consejo Europeo para el presupuesto comunitario durante los próximos siete años, el sector primario del Archipiélago perderá algo más de 227 millones. La propuesta es, incluso, más dañina para los intereses del campo canario que la realizada antes por la Comisión.