El Gobierno central hará los cambios normativos necesarios para que la Inspección de Trabajo pueda "personarse e intervenir" en los asentamientos y las infraviviendas del campo de Huelva cuya situación de extrema miseria denunció el relator de la ONU contra la pobreza, Philip Alston, en su reciente visita a España. Así lo comunicó el Ministerio de Trabajo y Economía a los sindicatos agrarios, según informaron el mismo departamento y la vicepresidencia de Derechos Sociales.

"Creo que es positivo. Yo me preocupé porque vi que nadie se estaba responsabilizando de esta situación: ni las empresas, ni el ayuntamiento, ni la comunidad autónoma, ni tampoco el Gobierno nacional. Todos respondían que no sabían qué es lo que estaba ocurriendo allí. Creo que es bueno que se tome alguna medida y que se constate qué mejoras se pueden aplicar", valoró el relator tras conocer el anuncio realizado poco antes por el Ejecutivo central.

Informe demoledor

El representante de las Naciones Unidas para la extrema pobreza consideró, en un duro informe hecho público el pasado 7 de febrero sobre la situación en España, que las condiciones en las que viven algunos de los trabajadores del campo de Huelva son "mucho peores que las de los campos de refugiados".

El vicepresidente segundo del Gobierno, Pablo Iglesias, había señalado ya el jueves, en una comparecencia en el Congreso de los Diputados, que le "avergüenza" que el alto representante de la ONU haya encontrado condiciones de "chabolismo y semiesclavitud" en España, que son "intolerables". Ante ello, el Ejecutivo "no va a permanecer impasible", avisó.

En este contexto, la primera medida anunciada consiste en modificar la legislación para que la Inspección de Trabajo pueda intervenir en los asentamientos de Huelva y de esta manera pueda comprobar, de primera mano, "las condiciones de dichas infraviviendas", según informa la vicepresidencia de Derechos Sociales.

"Constatar por parte de la Administración las condiciones en las que malviven estos trabajadores agrarios es un primer paso imprescindible para garantizar su dignidad y derechos", añade el departamento capitaneado por Iglesias.

El viacrucis de la pobreza

El relator de las Naciones Unidas visitó España durante dos semanas. Pisó varias comunidades afectadas por el chabolismo, una de ellas fue la Cañada Real de Madrid. También quiso conocer de primera mano la realidad de las personas sinhogar que duermen en la calle en Bilbao, se reunió con personas que han sido o serán desahuciadas en Barcelona porque no pueden pagar el alquiler y con aquellos que están pinchados a la corriente eléctrica y perseguidos por las deudas.

A su vez, el relator constató de primera mano la realidad de la llamada España vaciada, especialmente en aldeas gallegas y pueblos extremeños, exentos de oportunidades.

Su veredicto global apuntaba a expresidentes de gobiernos anteriores: "Han hecho política solo para los ricos y se han olvidado por completo de aquellos que menos tienen", expuso. Pidió que el nuevo Ejecutivo de coalición, el primero después de la restauración de la democracia, se dejara de retórica y se pusiera a actuar, una recomendación ante la que el Gobierno ha aceptado el desafío.