La nueva campaña de pesca del atún rojo comenzará este jueves en Canarias y, a diferencia de otras ocasiones, no se cerrará hasta que finalice el año, a no ser que la cuota asignada al Archipiélago se agote antes. Esta es una de las novedades más significativas de la pesquería de 2020, que también pone a disposición de la flota isleña un cupo considerablemente más alto que el del pasado año.

El Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación publicó ayer en el Boletín Oficial del Estado (BOE) las normas que regularán la nueva campaña para los buques autorizados a pescar esta especie en aguas del caladero canario. Los más de diez meses durante los que se prolongará la zafra se dividirán en dos etapas en las que regirán sistemas diferentes. Así, hasta el 14 de junio se aplicarán los límites individuales por barco, mientras que desde el 15 de junio hasta la medianoche del último día del año la cuota "se distribuirá por el conjunto de los buques sin restricciones individuales", de manera que la campaña concluirá cuando se pesque todo el cupo.

Este último sistema, conocido como pesca olímpica, se utilizó en 2018 y provocó las quejas de parte de los pescadores, puesto que la cuota se agotó antes de que los ejemplares de patudo -como se conoce en Canarias el atún rojo- llegaran a algunos puntos del Archipiélago. En esta ocasión, la pesca olímpica se utilizará exclusivamente para una segunda fase, destinada a evitar que una parte del cupo quede sin capturarse. De hecho, el Ministerio accedió en 2019 a reabrir la campaña entre el 4 de noviembre y el 31 de diciembre para dar la oportunidad de pescar la totalidad de la cuota y se hizo, precisamente, a través de esta modalidad.

El modelo que se aplicará este año es similar al empleado en el anterior, que establecía una distinción entre la flota cañera dedicada exclusivamente a la captura de túnidos y los barcos de artes menores que complementan esta actividad con otras pesquerías.

Las 571,4 toneladas de atún rojo concedidas a Canarias son el resultado de sumar las 484,1 de las que consta la cuota y 87,3 toneladas extra derivadas de la normativa comunitaria dirigida a primar a las flotas artesanales. El Archipiélago trata de hacer valer el carácter totalmente tradicional de su flota para conseguir un incremento aún mayor de las cantidades que se le autorizan a pescar.

El 90% del cupo se distribuirá entre los buques atuneros cañeros (un 60%) y los de artes menores (un 40%), mientras que el 10% restante se reparte de manera lineal entre los barcos con menos de doce metros de eslora que no formen parte de la modalidad de atuneros cañeros.

"Hemos pasado de tener casi nada de la cuota nacional en 2013 a cerca de 600 toneladas este año, recuerda Fernando Gutiérrez, patrón mayor de la Cofradía de Pescadores de El Hierro y presidente hasta hace escasamente un año de la Federación Regional de Cofradías, actualmente en proceso de renovación. Pese a la mejora, Gutiérrez advierte de que "hay que seguir peleando". El sector aspira a alcanzar las mil toneladas -"es lo que nos corresponde por ley", sostiene el expresidente de la Federación- y espera que el objetivo pueda materializarse en las próximas campañas. También el Gobierno autonómico pide un aumento de las cantidades asignadas a la flota isleña. De hecho, negocia con el Ministerio -paralelamente al recurso contencioso-administrativo interpuesto ante el Tribunal Supremo- que la flota de las Islas disponga del 12% de la cuota nacional de atún rojo.

Fernando Gutiérrez esgrime otras reivindicaciones: la revisión del censo de embarcaciones -para sacar de él a las que llevan años sin pescar el atún y que dificultan que se cubra la cuota- y que los criterios de reparto tengan en cuenta el número de tripulantes de cada buque.