El exministro de Hacienda Cristóbal Montoro afirmó en su reciente visita a Canarias que las empresas españolas e isleñas han conseguido situarse en la posición más competitiva de su historia. Una apuesta por la inversión y la internacionalización tras los duros años de crisis económica que ya se refleja en la cuenta de resultados. Los beneficios de las entidades del Archipiélago han tocado techo y rozan por primera vez en la historia los 3.500 millones de euros.

La estadística del Impuesto sobre Sociedades, que la Agencia Tributaria acaba de actualizar con los datos del ejercicio de 2017, cifra las ganancias netas de las casi 61.000 empresas canarias que tributaron por este impuesto en 3.492,5 millones exactos. Es un 11% más que en el ejercicio precedente y la confirmación de que la crisis ha quedado definitivamente atrás. No en vano, y aunque pueda resultar sorprendente si se tiene en cuenta que la teórica recuperación comenzó en 2014-2015, los negocios de la Comunidad Autónoma aún no habían logrado llegar a los 3.267 millones de euros de beneficio que registraron en 2006, que justamente fue el último año del largo período de bonanza y burbuja inmobiliaria. Tuvo así que producirse un cambio de década para que las empresas de la región volvieran a anotarse un nuevo récord de ganancias.

No obstante, hay que puntualizar que esos casi 3.500 millones son el beneficio conjunto de las 61.000 firmas isleñas, es decir, el resultado de sumar las ganancias netas de las que efectivamente tuvieron ganancias y restarle luego las pérdidas de las que tuvieron pérdidas. Y ocurre que a pesar del récord de beneficios global, son mayoría las empresas canarias en números rojos. ¿Cómo es esto posible? Pues porque las que cerraron el ejercicio con ganancias son menos pero son por lo general de mayor dimensión, facturan más y obtienen beneficios suficientes para enjugar las pérdidas de la mayoría.

Declaración de pérdidas

Declaración de pérdidas

En concreto, de las 60.940 sociedades domiciliadas en el Archipiélago, hasta 31.260, esto es, más de la mitad -un 51,3%-, declararon pérdidas. Los números rojos de estas más de 31.000 firmas ascienden en conjunto a prácticamente 1.442 millones de euros. En cambio, las restantes 29.680 empresas canarias que tributan por el Impuesto sobre Sociedades son las que efectivamente se anotaron beneficios, una suma global de 4.934,5 millones de euros.

Aunque el hecho de que sean más los negocios en pérdidas que los que tienen beneficios no pueda tener una lectura positiva, es igualmente cierto que esto es lo habitual, al menos en el caso de Canarias. En 2016, por ejemplo, declararon por el Impuesto sobre Sociedades 58.697 empresas de las Islas, y hasta 31.223 -un 53%, dos puntos más que en la última declaración- presentaron números rojos. Y ello sin olvidar el fatídico 2012, justo en medio de la crisis, cuando las 54.000 entidades canarias sujetas al impuesto acumularon pérdidas por 178,5 millones de euros.

Ganancias netas

Si ha tenido que transcurrir una década para que las ganancias netas de las empresas marcaran un nuevo máximo histórico, algo parecido ha ocurrido en el caso del volumen de ventas, aunque aquí el récord, que se alcanzó en 2008, sigue sin batirse. Los últimos datos oficiales cifran en 45.190 millones de euros -un montante equivalente al PIB autonómico- la facturación global de las alrededor de 61.000 firmas de la región. Es la segunda vez en la historia que se superan los 45.000 millones de euros de cifra o volumen de ventas desde los 45.430 millones del ejercicio de 2008, el primer año que discurrió sumido de lleno en la crisis. Tuvieron que pasar nueve años para volver a los números de la larga etapa de bonanza.