BBVA descarta cualquier tipo de implicación de alguno de los actuales miembros del consejo de administración, o del actual presidente ejecutivo de la entidad, Carlos Torres Vila, en el llamado caso Villarejo, a la vez que sostiene que no se ha comprobado la comisión de actividades delictivas por parte del banco. Así lo asegura la entidad en su informe de gobierno corporativo, remitido a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) a la vista de la documentación relevante obtenida de la investigación forensic, comandada por PwC, Garrigues y Uría Menéndez, todavía en curso, que se ha puesto a disposición de las autoridades judiciales y son la base del sumario instruido.

El banco, en este sentido, defendió en su declaración ante el juez y los fiscales por petición del Juzgado Central de Instrucción nº 6 de la Audiencia Nacional la inexistencia de responsabilidad penal alguna de la entidad, y remarca que la responsabilidad penal de las personas jurídicas sólo es exigible legalmente desde el año 2010. La entidad hace hincapié, asimismo, en que hasta la fecha, este caso no ha tenido impacto en el desarrollo de los negocios de la entidad, ni ha deteriorado sus índices de reputación, "que son objeto de un seguimiento recurrente tanto por el ámbito ejecutivo, como por sus órganos de administración".