El presidente Pedro Sánchez compareció ayer en el Foro Económico Mundial de Davos (Suiza) para transmitir que el nuevo Ejecutivo de coalición con Unidas Podemos "no será un Gobierno que se quede de brazos cruzados, ni un mero observador, sino que va a actuar" para llevar a cabo su programa. Un programa del que destacó una ambiciosa agenda de desarrollo tecnológico y de transición ecológica. Ante un par de centenares de personas, presentó la agenda económica y política del Ejecutivo y sus planes para reducir en un 20% la emisión de gases de efecto invernadero en el horizonte de 2030 y alcanzar la neutralidad en 2050. Para ello, se prevé una inversión pública y privada de hasta 236.000 millones en una década y la creación de hasta 364.000 empleos relacionados con la transición energética.

Reiteró igualmente su compromiso con "el rigor fiscal" y la reducción del déficit y de la deuda pública. Esto, dijo, "generará sin duda mayor confianza entre los agentes económicos y permitirá al Gobierno más posibilidades de acción e inversiones". También se refirió al objetivo de "justicia fiscal" que busca el Ejecutivo, pero no detalló sus planes para una mayor contribución de las rentas más altas ni sobre la puesta en marcha de una nueva tasa digital.