Las empresas siempre demandan claridad legal y tributaria. ¿En qué medida les ponen el camino fácil las instituciones?

Cuando era presidente del Consorcio de la Zona Especial Canaria, colaborábamos con la Agencia Tributaria Canaria para evitar uno de los principales problemas que genera la legislación, el de las inseguridades jurídicas para las empresas y las dificultades a las que se enfrentan, de las que además a veces se derivan consecuencias penales. A esto se suma que el Archipiélago es más complejo porque cuenta con una legislación muy especial, el Régimen Económico y Fiscal. Los que hemos participado en la redacción de normas sabemos que la imperfección provoca muchas dudas interpretativas porque los textos no siempre son claros y esto puede generar muchos problemas y distorsiones en su aplicación. Para prevenir situaciones de riesgo y articular medidas que eviten estos obstáculos, planteamos establecer mesas de diálogo y trabajo entre la ZEC, el Gobierno autonómico y la Agencia Tributaria Canaria para elaborar resoluciones interpretativas o aclaratorias antes de que la Agencia dictamine fallos en medio de una inspección. Llegar a los tribunales siempre es una mala noticia, lo ideal es que el marco de seguridad sea claro para así facilitar un buen desarrollo económico.

¿En qué estado se encuentra el tejido empresarial canario?

La economía del Archipiélago necesita empresas que destaquen, que progresen. Las compañías que ya están en marcha deben modernizarse e imitar los patrones de las que ya son punteras y el Gobierno debe colaborar ayudando a que se extiendan las buenas prácticas empresariales. Además, es nuestro deber importar talento del exterior que incorpore a las Islas ámbitos en los que no nos hemos desarrollado suficientemente, que traiga capital y relaciones comerciales que favorezcan nuestro desarrollo. A su vez, las empresas de éxito canarias tienen que salir fuera, exportar sus productos por todo el mundo, pero para ello tienen que trabajar los procesos internos porque tienen que ser muy eficientes y muy productivas para que puedan abordar con éxito no sólo el mercado local, sino también el foráneo.

Esta empresas tendrán que enfrentarse también al temido brexit, que llega cargado de incertidumbre. ¿Cómo van a ayudarlas desde el Gobierno?

Nada más coger las riendas del Ejecutivo abordamos la cuestión, sobre todo desde el área de Economía que hasta ayer ocupaba Carolina Darias, que prosiguió con el trabajo que ya había empezado el anterior consejero, Pedro Ortega. Se han impulsado los mecanismos preparatorios para abordar la salida de Reino Unido de la Unión Europea, pero es cierto que aún tenemos la gran duda de cómo se va a materializar finalmente. Estamos en continuo contacto con el Estado, que también tiene su batería de medidas, a las que habría que sumar nuestras peculiaridades, como la exportación del tomate y del pepino. Estamos vigilantes, con nuestras actuaciones preparadas para ver por cuál optamos.

Ha citado a la socialista Carolina Darias, nombrada ministra de Política Territorial y Función Pública por Pedro Sánchez. ¿Qué supone este cargo para las Islas?

Su elección es una gran noticia para Canarias y para España. Carolina Darias es una excelente compañera, una persona en cuya gestión se puede confiar y que va a tener que llevar un área de gran importancia estratégica en los momentos actuales, en lo que se refiere a la cuestión territorial. Para las Islas va a ser muy relevante contar con una persona en el Consejo de Ministros que conoce los problemas de nuestra tierra y, además, en un área que tiene un carácter transversal, de contacto con las administraciones autonómicas y que va a ser muy relevante para defender los elementos propios de Canarias dentro de la acción del Estado. Sin duda, ganamos una aliada fantástica en Madrid.

Su nombre ha sonado como su posible sustituto al frente de la Consejería de Economía.

Cuando se constituyó el Gobierno, el presidente Ángel Víctor Torres siempre tenía en la cabeza que yo fuera el consejero de Hacienda. Después, la negociación fue como fue y ahora está el compañero Román Rodríguez. Estuvimos haciendo diferentes valoraciones y llegamos a la conclusión de que donde más podía ayudar a Torres era en el puesto que ocupo actualmente, como viceconsejero de Presidencia. Creo que éste es el lugar en el que tengo que estar. Hemos conformado en estos meses un buen equipo que está funcionando y lo que funciona es mejor no tocarlo. Será complicado sustituir a Carolina Darias y encontrar a una persona de su valía, pero en el PSC seguro que hay personas con ese perfil.

¿Considera que con este nombramiento Pedro Sánchez ha premiado la fidelidad que siempre le ha mostrado el PSC?

Sin duda, tiene que ver en gran medida con un reconocimiento al relevante papel que juega el PSC en las Islas y a la importancia que tiene en el conjunto del Estado. Además, Darias está relacionada con la persona fuerte del socialismo en Canarias. Ángel Víctor Torres lidera claramente el partido, tiene un reconocimiento a nivel nacional y empieza a tener voz propia en el Estado, algo que se echaba de menos en Canarias, que en Madrid tuviera repercusión lo que se opina desde aquí.

La sintonía con sus compañeros de partido en la capital española es buena, pero ¿cómo es su relación con los componentes del pacto de las flores ?

Me sorprende gratamente lo rápido que se ha conformado el Ejecutivo como un equipo y lo bien que funciona el Consejo de Gobierno, la buena sintonía que hay. A pesar de la dificultad de que esté formado por muchos partidos políticos, existe buen entendimiento. Ahora tenemos que afrontar con nuestro presupuesto los retos que nos hemos marcado en el programa del pacto. Siempre nos concentramos en las vertientes social y medioambiental de las cuentas, que están muy marcadas y que son un rasgo característico de la casa. Pero hay que destacar el equilibrio de estas dos dimensiones con la tercera, la económica. Necesitamos que el crecimiento no genere injusticia social y que no provoque daños en el medioambiente. Por eso hemos adoptado como referencia la Agenda 2030 y los objetivos de desarrollo sostenible. Sin embargo, es cierto que tenemos que hacer pedagogía para que quede claro que de la economía no nos olvidamos, que no la hemos abandonado.

¿Qué resaltaría de esta vertiente económica?

Hay varios elementos claves. El primero, la apuesta por un mejor modelo de crecimiento económico, para lo que invertimos más en la formación laboral, con un aumento de 39 millones de euros al año para capacitar mejor a los trabajadores. Además, reforzamos el I+D porque necesitamos competir en conocimiento y no en bajos salarios, y mantenemos el esfuerzo inversor, con 1.000 millones de euros entre inversiones reales y transferencias de capital a entidades locales. A esto habrá que sumar los recursos del Estado, que todavía no han llegado y que estamos convencidos de que lo harán en muy buenas condiciones con el apoyo de la nueva ministra y el acuerdo entre Nueva Canarias y PSOE, que también ayuda.