Desde que la aerolínea irlandesa Ryanair comenzara a deshacer posiciones en el Archipiélago ya se han perdido 49 rutas, 29 de ellas tras el reciente cierre de las tres bases que mantenía en los aeropuertos de Gran Canaria, Lanzarote y Tenerife Sur. El número anual de plazas que se pierden con esta drástica reducción de la operativa asciende a 770.000, si bien la Consejería de Turismo del Gobierno de Canarias confía en recuperar buena parte de ellas por diversas vías.

El portavoz del Ejecutivo regional, Julio Pérez, criticó ayer "las maneras" que han exhibido los directivos de la compañía de bajo coste, tanto con los trabajadores como con la propia Administración regional. Además, anunció un encuentro, la semana próxima, con los 325 empleados afectados por el expediente de regulación de empleo (ERE) para conocer con detalle su situación y estudiar su posible reinserción en el mercado laboral.

El secretario de Organización del sindicato USO en Ryanair, Jairo Gonzalo, señaló que habían llegado ya los primeros certificados de empresa a los despedidos en el aeropuerto de Girona. "Como temíamos, están mal", lamentó. La empresa externa que se ocupa de estas cuestiones no ha recibido de Ryanair los datos correspondientes a este mes y no puede elaborar correctamente un documento necesario para registrarse en el desempleo.

"El resultado es que están poniendo la cantidad mínima en la base reguladora, 1.050 euros, cuando en gran parte de los casos es de 2.000. Eso afecta a las cantidades a percibir de la prestación por desempleo", detalló Gonzalo. Si el suceso se repite en las Islas, habrá una demanda colectiva contra la aerolínea.

Julio Pérez señaló que el impacto de la marcha de Ryanair en el sector turístico no es comparable al de la quiebra de Thomas Cook. "En cualquier caso, estamos convencidos de que Canarias es estratégica para la compañía y, como tal, volverá", apuntó por su parte la consejera de Turismo del Ejecutivo regional, Yaiza Castilla. ¿Cuándo? En gran medida depende de que se levante el veto impuesto a los Boeing 737 MAX tras los dos accidentes que sufrió este modelo. La low cost irlandesa es una de las afectadas por la demora en la entrega de esos aviones, que le permitirían volar a más destinos.

Hasta entonces, Castilla confía en la recuperación de parte de la conectividad perdida con, por ejemplo, los 9,2 millones de euros del total de quince llegados de Madrid para paliar el golpe de la desaparición de Thomas Cook.

Además, en 16 de las 29 rutas que caen con el cierre de las tres bases, operan otras aerolíneas. Son "más de la mitad", aclara un informe de Promotur Turismo de Canarias. En las que unen Lanzarote con Valencia, Berlín y Leeds/Bradford; Tenerife Sur con Barcelona, Eindhoven y Cardiff; y Gran Canaria con Sanderfjord (Noruega) y Eindhoven, Ryanair solo tenía un competidor.

La subida de precios por la reducción de la oferta parece asegurada, aunque también se abre la puerta a que las compañías que se quedan sin competidores incrementen su oferta de plazas. Una decisión esta última que no llegaría antes de que transcurran una o dos temporadas.

Trece conexiones quedan huérfanas, si bien en algunos casos hay vuelos con aeropuertos cercanos. Afectan a Santiago, Valencia, Vitoria o Santander, en el plano nacional, y a Treviso, Bérgamo, Bolonia, Charleroi (Bélgica), Knock (Irlanda) y Nykoping (Suecia), en el internacional.