Canarias es, más que nunca, el reino de la microempresa. El tejido empresarial de las Islas se ha recompuesto tras la crisis. De hecho, a inicios del año pasado había más negocios activos que en el mismo momento de 2008, justo en vísperas del estallido de las dificultades económicas. Sin embargo, en este periodo se ha acentuado la tendencia a la fragmentación: prácticamente seis de cada diez empresas -el 57,5%- no tienen asalariados. Son, por lo tanto, proyectos liderados por autónomos o sociedades unipersonales.

El Instituto Nacional de Estadística (INE) ha publicado recientemente los datos del Directorio Central de Empresas (Dirce), referentes al 1 de enero de 2019, que cifran en 3.363.197 los negocios activos en España en esa fecha, 151.661 de los cuales se encontraban en Canarias. Esta nueva edición del estudio incorpora una nueva definición del concepto estadístico de empresa, que reduce el número de las que forman parte de grupos. La modificación, que se ha introducido en todos los países de la Unión Europea, afecta, explica el INE, a apenas un 3% del tejido empresarial del país, y en concreto a las firmas con mayor volumen de facturación y empleo.

El cambio en la metodología complica la comparación con ejercicios anteriores, aunque en el caso del Archipiélago se centra en el estrato de empresas con menos presencia en la región -las más grandes- y, por lo tanto, presenta un menor impacto. Con esas salvedades, los datos recogen un incremento de 5.535 negocios en relación al año anterior. Es el segundo ejercicio consecutivo en que Canarias sobrepasa el número de empresas activas que se registraba once años atrás.

La estadística apunta a que la reconstrucción del tejido empresarial de las Islas se ha sustentado en las firmas sin trabajadores a cargo, que en 2008 representaban la mitad del total -un 50,04%- y ahora se acercan al 60%. La proporción de empresas canarias que carecen de plantilla no solo supera la media nacional sino que, además, la ha adelantado en el periodo analizado por el INE. Así, un 51,26% de las empresas españolas no tenían asalariados antes de la recesión económica, más que en el Archipiélago, cuando en el último año estudiado son el 55,9%. Mientras que en Canarias la cifra total de negocios ha aumentado en 8.190, la de empresas sin empleados lo ha hecho en 15.550.

En el siguiente escalón figuran las empresas con solo uno o dos trabajadores, que ascienden a 38.862. Por contra, en el extremo contrario se sitúan las que tienen más de 200, que son apenas 208.

Canarias perdió más del 10% de sus empresas como consecuencia de la crisis, casi 15.000 entidades menos. A esos seis ejercicios consecutivos de destrucción del tejido productivo y empresarial, que tocaron fondo en 2014, siguió una recuperación que, hasta el momento, se ha traducido en un saldo positivo de 23.100 empresas en cinco años, un 18% más de las que había en el momento más bajo del ciclo recesivo.

Las actividades que acaparan un mayor número de empresas son las mismas que en 2008, si bien han vivido una evolución desigual. Destaca sobre todo el comercio minorista, con 20.573 negocios activos a 1 de enero del año pasado, casi 3.400 menos que antes de la crisis. Los restaurantes, cafeterías y bares se sitúan en segundo lugar, con 14.594 establecimientos, algo más de un centenar por encima de los que se registraban en 2008. La construcción es el sector que más empresas perdió por la crisis y el pinchazo de la burbuja inmobiliaria: 5.874 menos en seis años. Desde su peor momento ha protagonizado una sostenida recuperación que, sin embargo, no ha sido suficiente para regresar a las cifras de entonces. Las 10.489 firmas dedicadas a la edificación que se contabilizaban a comienzos de 2019 son 4.000 menos que las activas hace once años.

Las actividades inmobiliarias presentan un mayor número de empresas que en 2008: ahora son 7.266 y en aquel momento eran 5.031. En este sector se nota de forma especial la atomización del tejido empresarial, puesto que los negocios sin asalariados suponen más del 66% del total, mientras que en el primer ejercicio analizado eran solo al 45%.

Otras actividades han crecido en estos años, propulsadas por diversos factores. Así, la bonanza turística ha empujado al alza los servicios de alojamiento -2.257 empresas, casi 500 más- y las agencias de viajes y operadores turísticos -1.273, una cifra superior en 420 a la de once años atrás-, mientras que el envejecimiento de la población ha multiplicado el número de empresas sanitarias -desde poco más de 5.800 a 7.132-.