La Sala de lo Social de la Audiencia Nacional recibió en la tarde del jueves la demanda de los sindicatos USO, Sitcpla y Sepla contra el expediente de regulación de empleo (ERE) presentado por Ryanair para cerrar sus bases en Canarias. El conflicto entra así en fase judicial, y lo hace a través de un escrito en el que los representantes de los trabajadores reclaman la nulidad de la medida planteada por la aerolínea de bajo coste, que, a su juicio, no ha acreditado la existencia de causas organizativas o productivas que justifiquen el despido colectivo, que se hará efectivo el 8 de enero.

"Coacción", "chantaje", "engaño", "mala fe" y "fraude de ley" son algunas de las acusaciones que las organizaciones sindicales dirigen a la empresa en su demanda. Sostienen USO, Sitcpla (representantes de los tripulantes de cabina) y Sepla (de los pilotos) que Ryanair ha condicionado el mantenimiento de la base de Girona al desmantelamiento de las de Tenerife Sur, Gran Canaria y Lanzarote. Además, defienden que la compañía no ha podido demostrar un descenso de la demanda ni de la facturación en las bases de las Islas y afirman que ha cometido "múltiples irregularidades".

La demanda se dirige contra el ERE que afecta a los 224 empleados contratados por Ryanair. Los que restan hasta completar los 432 anunciados inicialmente corresponden a las dos empresas de trabajo temporal de las que se nutre la aerolínea irlandesa, Workforce y Crewlink. Los sindicatos han pedido que los procesos contra ambas entidades se acumulen al principal, puesto que entienden que han incurrido en cesión ilegal de trabajadores. Esta acusación está avalada por la Inspección de Trabajo, que ha concluido en una reciente resolución que esta práctica irregular se ha producido en Gran Canaria, informó ayer Jairo Gonzalo, de USO. Sobre las denuncias relativas a las bases de Tenerife Sur y Lanzarote aún no se ha pronunciado.

Los trabajadores despedidos en Canarias rondan los 350. El resto de los incluidos en la demanda se encuadran en la base de Girona, que finalmente no cerrará después de que la plantilla accediera a rebajar de forma considerable sus condiciones laborales -estarán en el paro tres meses al año-, en una negociación en la que los sindicatos no han participado. La base catalana operará a partir de ahora con carácter estacional.

Los representantes de los trabajadores argumentan en el escrito de demanda que la empresa no puede alegar el retraso en la entrega de los Boeing 737 MAX como causa productiva, ya que Ryanair prevé en su Informe Anual de 2019 disponer de unas 60 aeronaves inmovilizadas como "estrategia estacional". En cuanto a las causas organizativas -cambios en los sistemas o métodos de trabajo o en el modo de organizar la producción-, "Ryanair ni siquiera las incluye en el informe técnico ni en la memoria, limitándose exclusivamente a proponer el cierre de las bases", indican los sindicatos.

Irregularidades

En el capítulo de las irregularidades, la demanda refiere cómo la aerolínea irlandesa demoró hasta el último día del periodo de consultas la petición de informe a los sindicatos, cómo no aportó plan de recolocación externo y cómo comunicó distintas condiciones del ERE a las organizaciones sindicales y a la autoridad laboral. También lamenta su "posición inmovilista", su negativa a compensar la pérdida de ingresos de la comisión negociadora -al no volar los días de las reuniones- y "la conducta empresarial de programar descenso de vuelos a los trabajadores afectados, trayendo personal de otras bases, con el único objetivo de reducir la retribución para el cálculo para las indemnizaciones de los despidos".

Ryanair ha ofrecido recolocar a apenas el 10% de su plantilla en Canarias, y además ha planteado destinos cuyas condiciones laborales son peores a las que rigen en España, lo que probablemente explica que el número de trabajadores acogidos a esta medida no llegue ni a la decena.

El día después para la inmensa mayoría que será despedida fue el objeto de la reunión mantenida ayer en Gran Canaria por los sindicatos con representantes de la Consejería de Empleo del Gobierno autonómico, encabezados por el viceconsejero del área, Gustavo Santana. El encuentro sirvió para explicar los itinerarios de reinserción laboral que la Administración pone a disposición de cualquier trabajador y que, en el caso de Ryanair, tienen como potenciales usuarios a un perfil de empleados con alta cualificación -dominio de idiomas, atención al público, ventas- que buscará su futuro laboral sobre todo en el sector turístico.