Un grupo de unos veinte africanos residentes en Tenerife se ha concentrado en la mañana de hoy frente a la Delegación de Hacienda en defensa de unos contenedores paralizados por Aduanas. Según ellos, se trate de una forma de vida para sus familiares en sus países de origen, ya que el material retenido y que será destruido en unos días es la vía que tienen para subsistir.

Los miembros del colectivo, algunos de ellos afincados en Canarias desde hace varios años, han utilizado está fórmula para hacer llegar a sus familiares un medio de vida: compran artículos en rastros y comercios de segunda mano para luego enviarlos, junto a ropa y alimentos, por vía marítima a sus países. Una vez allí, eran usados o vendidos, como fórmula para obtener sustento.

Hasta el momento, no habían tenido problema ni impedimentos por parte de Aduanas, hasta que hace unos días se les comunica que se ha denegado la salida de una veintena de contenedores en los puertos de las dos capitales canarias y que además serán destruidos en un plazo de 20 días.

El motivo esgrimido por Aduanas es que parte del contenido de los envíos se considera como residuos, una catalogación que afecta fundamentalmente a electrodomésticos y que para su transporte requiere de una documentación específica en la que se determine que no suponen un riesgo, según normativa que data de 2015.

Ante esta circunstancia, el grupo decidió primero solicitar la retirada del resto de productos no considerados como residuos para su posterior envío, cuestión para la que por el momento no han obtenido respuesta. El tiempo corre en su contra y este silencio a sus peticiones les ha llevado a movilizarse en Santa Cruz de Tenerife.