Las startups son una de las apuestas más fuertes de los emprendedores españoles en la actualidad, y por eso se han convertido en uno de los principales reclamos para inversores. Pero, ¿qué es una startup? Con este término anglosajón se designan las empresas de reciente creación, compañías emergentes que tienen su base en la tecnología, la innovación y la capacidad de crecer a una velocidad exponencial.

En el último año, en España se han creado más de 4.000 startups, colocándose en el segundo puesto a nivel europeo en creación de empresas. A la cabeza se sitúan las ciudades de Madrid y Barcelona, con unas 1.000 empresas emergentes creadas dentro de sus términos municipales. En sus rondas de financiación superaron los 1.000 millones de euros en ambas urbes. ¿Es entonces conveniente destinar dinero a este tipo de empresas?

¿Qué tener en cuenta a la hora de invertir en startups?

Son muchas las firmas españolas reconocidas que han alcanzado el éxito y que incentivan el impulso de invertir en startups sin pensarlo dos veces. Casos españoles de éxito como el de Wallapop, Cabify o Glovo ponen de relevo que el modelo startup funciona. Pero quien esté pensando en destinar parte de su dinero a la apuesta por firmas de éxito incipiente, ¿qué debe tener en cuenta?

1. Es una inversión de alto riesgo. Los expertos recomiendan destinar aquella cantidad de dinero que se está dispuesto a perder.

2. Diversificar. Cualquier persona a título personal puede dedicar una parte de sus fondos a una primera ronda de financiación de una startup. Algunas consiguen el éxito, pero otras muchas fracasan a los pocos meses. Es por eso que se recomienda diversificar y orientar pequeñas cantidades a unas 8 o 10 startups.

3. Pensar a medio plazo. La cantidad invertida en la primera ronda de financiación no va a producir beneficios, y por eso es importante reservar cierta cantidad de fondos para las segundas y terceras rondas, donde la empresa habrá crecido y será más rentable. Si se ha elegido un amplio número de empresas para invertir en la primera ronda, este número decrecerá en las siguientes; así es posible ir centrándose en aquellas startups que más crecimiento real muestran.

4. Fijarse más en el equipo fundador que en el proyecto. Evidentemente, es importante que el proyecto sea interesante y resulte atractivo; además, si se conoce el ámbito económico en el que se inscribe la startup, mucho mejor. Pero son varios los expertos que resaltan la importancia de fijarse en el equipo fundador: comprobar su capacidad para ejecutar el proyecto resulta vital. Una especie de mecenazgo en la que se apuesta por la calidad de las personas como entrepreneurs.

5. Elegir la opción de co-invertir si no se tiene experiencia. Los inversores de éxito cuentan con experiencia demostrada, por lo que esta parece una elección justificada cuando alguien se enfrenta a su primera inversión en el mundo de las startups.

¿Es rentable invertir en startups?

La situación actual del mercado español nos indica que existe una tendencia al alza en la creación de empresas emergentes, en torno a un 20 % de crecimiento por año. Un porcentaje que se ve contrarrestado con otro: tan solo el 15 % logran sobrevivir. Son los datos que se extraen del último informe del Mobile World Capital Barcelona y que anticipan que la rentabilidad no está asegurada en este tipo de negocios.

Esto se debe a numerosos errores por parte de las nuevas empresas, entre los que se encuentra la falta de formación en el ámbito del emprendimiento. Emprender es tendencia, y a veces una necesidad, pero no siempre se cuenta con el bagaje necesario para afrontar una experiencia como esa. De ahí la importancia de fijarse en el equipo cuando un inversor va a elegir una startup.

Por otro lado, la inversión bancaria es mínima, ya que existen unos parámetros establecidos por los que muchas empresas de reciente creación son descartadas antes de empezar a facturar. Si no cuentan con un aval para asumir los riesgos, no disponen de financiación bancaria. Por eso muchas de estas empresas buscan un business angel, un mecenas que apueste por su idea y financie el proyecto a cambio de convertirse en accionista mayoritario.

Por último, ya se puede hablar de una auténtica burbuja de aplicaciones móviles: se trata de una de las ideas de negocio con menos costes de desarrollo, y no necesita una extensa plantilla de personal. Sin embargo, existen sobrecostes asociados a la contratación de personal técnico, cuyas facturas reflejan la dificultad de innovar en estos casos. Este factor convierte a muchas de esas startups en proyectos no rentables.

Por todo ello, los emprendedores acaban dedicando un 60% de su tiempo a la recaudación de fondos, tiempo que no dedican a la gestión de sus proyectos. Esto incide directamente en la dificultad de que un inversor encuentre un proyecto realmente rentable a largo plazo, un caso de éxito en una empresa de reciente creación que puede convertirse en un rara avis.