La amnistía para la base de Ryanair en Girona, a cambio de una sustancial rebaja de las condiciones laborales de la plantilla, no se repetirá en Canarias. La aerolínea mantiene la intención de desmantelar sus instalaciones en los aeropuertos de Tenerife Sur, Gran Canaria y Lanzarote desde el 8 de enero y no ofrece apenas salidas a los trabajadores afectados. Por el momento, la empresa ha planteado a menos del 10% de sus operarios en la región -que suman unos 350- recolocaciones en otras bases -fundamentalmente en Irlanda y países de Centroeuropa-, donde además tendrían peores condiciones de trabajo que ahora.

Los traslados que ha ofrecido Ryanair ni siquiera tienen la consideración de forzosos, con lo que no dan derecho a compensación a los afectados, indican desde USO, una de las organizaciones sindicales, junto a Sitcpla, con representación entre los tripulantes de cabina (los pilotos están representados por Sepla). Las organizaciones sindicales ultiman el recurso contra el expediente de regulación de empleo (ERE) presentado por Ryanair, y esperan interponerlo en los próximos días ante la Audiencia Nacional.

Las buenas noticias no abundan estos días para el personal en Canarias de la compañía irlandesa de bajo coste. Uno de los pocos rayos de luz ha provenido de la Consejería de Economía y Empleo del Gobierno regional, que se ha puesto en contacto con los representantes de los trabajadores para interesarse por su situación. Ejecutivo y sindicatos barajan la posibilidad de constituir una mesa en la que se planteen itinerarios formativos y otros instrumentos que faciliten la reinserción laboral de las personas que pierdan su empleo tras la materialización del ERE. Se trata, recuerdan en USO, de perfiles profesionales muy específicos pero que disponen de cualificación -conocimiento de idiomas, por ejemplo- que podría favorecer su retorno al mundo del trabajo en empresas relacionadas con el turismo y el transporte.

La salvación in extremis de la base de Girona se ha logrado a costa de una importante rebaja en las condiciones de la plantilla, que pasará a ser fija discontinua en lugar de fija, lo que implica que los empleados estarán en el paro tres meses al año. La negociación se ha realizado al margen de los sindicatos, que han advertido de que acudirán a los tribunales, aunque la empresa atribuye esta situación a los propios representantes de los trabajadores. Algunos de los términos del acuerdo han provocado discrepancias, como la antigüedad de los afectados. La aerolínea asegura que la mantendrá y las organizaciones sindicales entienden que no será así. Los trabajadores que no se adhieran al pacto -el plazo para contestar finalizaba ayer- serán incluidos en el ERE.

Además, la base perderá su carácter permanente y comenzará a funcionar de forma estacional. En invierno operará con un solo avión, mientras que para el verano Ryanair confía en mantener los cinco aparatos con los que ahora cuenta.

Ryanair comunicó en agosto a los sindicatos su intención de cerrar dos bases en la Península -Faro (Portugal), además de Girona- y dos en Canarias -Tenerife Sur y Gran Canaria-, aunque finalmente las isleñas han sido las únicas cuya clausura se mantiene, con el añadido de Lanzarote, incorporada posteriormente a los planes de la compañía aérea.