La cercanía de las fiestas navideñas coincide, para miles de canarios residentes en la Península, con una situación que viven como un auténtico "drama": los elevados precios del transporte aéreo, que en muchos casos dificultan o directamente impiden que puedan regresar a las Islas para pasar estas fechas con sus familias. Una búsqueda en diferentes plataformas de compra de billetes revela que el coste de viajar a Canarias en las próximas semanas sin el descuento de residente supera casi sin excepción los 300 euros y en algunos trayectos y para ciertas fechas -Madrid-Tenerife o Barcelona-Gran Canaria con ida el 23 de diciembre y vuelta el 7 de enero- sobrepasa incluso los 600.

Y la cosa puede ir a peor, al menos si se cumplen los augurios de los empresarios turísticos. El presidente de la patronal hotelera de Santa Cruz de Tenerife (Ashotel), Jorge Marichal, se muestra convencido de que la progresiva concentración del mercado en pocas manos -acentuada tras la compra de Air Europa por IAG, el grupo al que pertenece Iberia- "lleva a que suban los precios". Para Marichal -que hoy será elegido presidente de la confederación española de hoteleros (Cehat)-, la situación es "próxima al monopolio" y conducirá, de forma inevitable, a un mayor encarecimiento de las tarifas.

El homólogo de Marichal en la patronal de Las Palmas (FEHT), José María Mañaricúa, coincide con él en que el alza de los precios también "imposibilita que los peninsulares puedan venir a Canarias". "Es mucho más fácil que cojan el AVE y vayan a Sevilla o a otras zonas del país", señala.

Las asociaciones de afectados ven una relación directa entre la escalada de precios y la aplicación de la bonificación del 75% para residentes desde mediados del año pasado y la atribuyen a las políticas de las compañías aéreas. "Es indudable. Cuando aumenta el descuento, las aerolínea suben los precios", sentencia Fernando Cabrera, presidente de Canarios Sin Alas. Pero ni ellas ni tampoco las patronales defienden que se reviertan los "derechos" de los isleños. Los usuarios reclaman a las administraciones públicas que adopten soluciones, entre las que parecen decantarse por la declaración de las rutas entre el Archipiélago y la Península como obligaciones de servicio público. La patronal turística, por su parte, tiene claro que corregir estos problemas pasa por elevar la oferta y mejorar la conectividad, aunque no es ese el panorama que se vislumbra actualmente.

Cabrera lleva 29 años viviendo en Madrid y ha comprobado cómo amigos y compañeros peninsulares viajan a sus lugares de origen cuando hay fiestas o puentes, algo que él rara vez se puede permitir, ni siquiera en navidades. El elevado precio de los billetes -que debe multiplicar por su mujer e hijos- se lo impide. "No conozco a ningún peninsular que se haya perdido la Navidad por cuestiones económicas". La situación es distinta para los canarios. "Con dos o tres meses de antelación los billetes ya están a más de 300 euros", señala. Anticipar aún más la compra tiene también sus riesgos: puede surgir una enfermedad que arruine el viaje o problemas con las fechas en que la empresa concede las vacaciones. "Solo si veo un chollo muy claro me arriesgo", dice el presidente de Canarios Sin Alas.

Las reivindicaciones del colectivo han llegado hasta las instituciones comunitarias. En abril estuvieron en Bruselas, donde encontraron comprensión y buenas palabras, pero ninguna solución. Algo parecido a lo que, según Cabrera, ocurre cuando transmiten sus problemas a los representantes políticos de las Islas. "Todos están de acuerdo en que la situación es injusta, pero no hacen nada", expone. También se queja de falta de respaldo por parte de la sociedad, cuando se trata de "algo que nos afecta a todos". "No sentimos el apoyo del resto de canarios y españoles", apunta.

Desiré Hernández es componente de otra asociación de más reciente creación, Canarios por la Movilidad Aérea. También reside en Madrid. Cubrir el trayecto entre la capital de España y Lanzarote cuesta a su familia 519 euros por persona, "cuatro veces más que el año pasado", asegura. "Es un drama que tienen que solucionar los políticos. Estamos totalmente desamparados". Hernández confiesa su impotencia ante una situación que provoca que su hijo de cinco años casi no conozca a sus abuelos y relata que hay canarios que se ven obligados a pedir préstamos y otros que sufren "depresiones" después de años sin ver su tierra ni a su familia.

Aunque los empresarios hoteleros ven claro el aumento de los precios y su relación con las políticas de las aerolíneas, el presidente de la Confederación Española de Agencias de Viajes (CEAV), Rafael Gallego, lo ve de otra forma. Gallego sostiene -y se pone como ejemplo a sí mismo- que comprando con antelación el precio puede bajar de cien euros. De hecho, afirma que ha habido "un cambio de hábitos" y que cada vez más usuarios compran antes sus billetes. Y si ha habido encarecimiento, argumenta que se debe al considerable repunte de la demanda.