La creación de empleo se ha frenado en Canarias, que ahora destruye puestos de trabajo. Si hace un año se habían generado 54.100 nuevos empleos, un incremento interanual del 6,3%, en la actualidad se han destruido 18.100, un descenso del 2%, lo que convierte el Archipiélago en una de las únicas tres comunidades autónomas -junto a Asturias y Baleares- en las que el mercado laboral ha retrocedido. Son determinados colectivos, como las mujeres, los jóvenes y los trabajadores menos cualificados, los que están sufriendo con mayor intensidad este parón. De hecho, todo el empleo creado en lo que va de 2019 corresponde a titulados universitarios, de la misma manera en que todo el destruido es ocupado por mujeres.

La empresa de trabajo temporal Adecco publicó ayer su Monitor de Ocupación para Canarias, que incluye un análisis al detalle de la situación del mercado de trabajo en el Archipiélago y de las características demográficas de los nuevos ocupados. Este documento permite apreciar la brecha formativa en materia de empleo que empieza a atravesar la región: en el último año solo han encontrado los parados con formación universitario, 25.700 personas. La mejora de la ocupación en este colectivo ha sido del 8% y es la mayor de todas las comunidades autónomas. Por el contrario, los trabajadores que solo cuentan con primera y segunda etapa de Secundaria han padecido los mayores recortes del empleo de todo el país, un 8,2% en el caso de los primeros -21.000 ocupados menos- y un 7,1% en el de los segundos -18.200 personas-, según el análisis de la última Encuesta de Población Activa, relativa al tercer trimestre de 2019, realizado por el Adecco Group Institute.

La brecha también es de género y supone un auténtico vuelco en relación a lo que sucedía en 2018, cuando Canarias era la comunidad donde más crecía el empleo femenino. En lo que va del presente año, en cambio, las mujeres acaparan la pérdida de empleo, con un descenso de 20.100 ocupados, que en términos porcentuales representa una caída interanual del 4,8%, la mayor de toda España. El empleo masculino, por su parte, se ha incrementado en 2.000 puestos de trabajo, un 0,4% más, el segundo aumento más débil del mapa autonómico.

No obstante, al ampliar el foco se comprueba cómo Canarias ha sido la segunda comunidad autónoma en la que más ha crecido el empleo femenino desde 2018, un 12%, solo por detrás de Baleares. En cuanto al masculino, quince regiones han empeorado sus registros entre ese año y el actual. Las dos excepciones son, precisamente, Canarias, con un aumento del 1,5%, y Baleares, con un alza del 8,9%.

Si lo que se mira es la edad de los ocupados, el empleo juvenil -menores de 25 años- se ha recortado un 6,3%-, 3.100 ocupados menos-, el tercer peor dato del país, mientras que el de los que superan el cuarto de siglo ha bajado un 1,5% -15.000 puestos de trabajo perdidos-. La situación de Canarias contrasta, en este aspecto, con la del conjunto de España, donde el empleo de uno y otro colectivo ha registrado alzas del 5,5% y el 1,6%, respectivamente.

También dentro del empleo juvenil son las mujeres las principales damnificadas. Una de cada tres jóvenes -un 33,2%- se ha quedado sin trabajo en el transcurso del último año, en tanto que los chicos de menos de 25 años han experimentado un incremento de la ocupación del 22% -5.300 empleos más-, el segundo más abultado de todo el país y el doble de la media nacional.

La destrucción de empleo en las Islas durante el último año se centra, además, en la población de nacionalidad española, cuyo nivel de ocupación ha disminuido un 3,9%, a diferencia de los residentes foráneos, entre los que se ha producido un ascenso del 6,9%. Mientras los españoles han perdido 29.400 empleos, los inmigrantes han ganado 11.300. La mejora no ha sido de la misma proporción en todos los colectivos de extranjeros residentes en Canarias. La cifra de ocupados procedentes de otros países de la Unión Europea ha subido un 2% -1.300 puestos de trabajo más-, pero la de los extracomunitarios ha engrosado un 10,4% -en 10.100 personas- , cuatro veces más.

Esto contrasta con lo que sucede en el conjunto de España, donde ha crecido tanto el empleo de españoles - un 8,8%- como el de inmigrantes -un 0,9%-. Además, ha aumentado más el número de personas procedentes de la UE -10,2%- que el de los que vienen de fuera de ella -7,9%-.