Miguel Gómez

santa cruz de tenerife

En la economía del siglo XXI lo que no ve es incluso más importante que lo material. Los denominados activos intangibles van desde la investigación y el desarrollo (I+D) y el software hasta el capital humano, pasando por el diseño, la publicidad o los estudios de mercado, y cuentan cada vez más, hasta tal punto que en algunos de los países más avanzados la inversión en ellos supera la depositada en infraestructuras, maquinaria o equipamiento. Pero no todas las naciones, ni todas las regiones, progresan en la misma medida. España está a la cola de los países más desarrollados y, dentro de ella, Canarias ocupa los últimos lugares y no ofrece señales de mejoría ni siquiera desde que se inició la recuperación económica.

El informe La economía intangible en España. Evolución y distribución por territorios y sectores (1995-2016), el segundo sobre esta materia que elaboran la Fundación Cotec para la innovación y el Instituto Valenciano de Investigaciones Económicas (Ivie), sitúa al Archipiélago en el penúltimo lugar del país en cuanto a la proporción de su producto interior bruto (PIB) destinado a estos elementos. La situación no deja en buen lugar a Canarias, y más si se tiene en cuenta que, como destacan ambas entidades, "los activos intangibles son característicos de la economía del conocimiento e invertir en ellos contribuye a aumentar la productividad y la calidad de vida".

Entre los años 1995 y 2015, las Islas experimentaron un aumento en este sentido de apenas el 1,9%, casi dos puntos por debajo de la media nacional, en tanto que el comportamiento en el periodo de la recuperación ha sido aún menos reseñable. De hecho, entre 2013 y 2015 la inversión en activos intangibles se mantuvo plana -un crecimiento "nulo", del 0,0%,-, mientras que en el conjunto de España se produjo una mejora del 4,4%.

El análisis que la Fundación Cotec y el IVIE hacen de la realidad canaria revela pocas fortalezas y muchas debilidades. El capital humano es el único aspecto netamente positivo, tanto que las Islas ostentan el quinto puesto del ranking que mide la inversión de las comunidades autónomas en relación al PIB y en el primero respecto a la inversión total. Canarias "destaca por la inversión en la formación de los trabajadores. En el resto de los activos se encuentra por debajo de la media y ha mostrado crecimientos menores que España", indican ambas entidades en el informe, que deja claro que, si bien las diferentes regiones españolas presentan indicadores desiguales, el Archipiélago es la única que no ha participado de la evolución ascendente que ha tenido lugar desde mediados de la década de los noventa: "Todas las comunidades autónomas (menos Canarias) han reforzado su apuesta por los intangibles a lo largo de los últimos 20 años".

Así, las Islas se encuentran en el puesto 16 de las 17 comunidades autónomas en inversión respecto al PIB en el conjunto de activos relacionados con la economía intangible, con una tasa del 4%, más de dos puntos inferior a la media nacional (6,4%) y solo una décima por encima de la región peor situada, Extremadura. Más al detalle, Canarias ocupa el último lugar en software, el penúltimo en I+D, el 15 en diseño y publicidad y el 14 en estudios de mercado, estructura organizativa y en el resto de activos inmateriales.

Si lo que se mide es la inversión en activos inmateriales sobre la inversión total de las regiones, su situación es algo mejor, puesto que se colocan en el puesto 11 en términos generales, con un 28,9% dedicado a los intangibles frente al 34,9% del conjunto de España. En I+D, sin embargo, continúa en la cola (15), mientras que en publicidad y estudios de mercado ocupan el 11, en diseño el 10, en software y el resto de activos inmateriales en el 8 y en estructura organizativa en el 7.0 empleos.

Más empleo inducido

En definitiva -concluye el informe de la Fundación Cotec y el IVIE-, "Canarias pertenece al grupo de regiones divergentes", "ocupa una posición muy rezagada en prácticamente todos los tipos de activos intangibles" y "ha mostrado menor dinamismo inversor que la media nacional, con un crecimiento por debajo de la media entre 1995 y 2015, y nulo en el periodo de recuperación". Países como Reino Unido, EEUU, Francia, Países Bajos, Finlandia o Suecia ya destinan a los activos no materiales más presupuesto del que dedican a activos físicos. España está aún lejos de este logro. Además, no solo invierte menos que estas naciones -el 6% de su PIB frente al 14% de EEUU o Francia-, sino que lo hace de otra manera: relativamente más en publicidad y estudios de mercado, y menos en I+D, formación de los trabajadores o estructura organizativa.

La buena noticia es que empieza a percibirse "un claro proceso de convergencia" de la economía española respecto a otras de su entorno. De hecho, en los últimos veinte años lidera el crecimiento de la inversión (un 3,8%), aunque todavía no haya podido alcanzar a los países punteros. Dentro de esta mejoría general hay dos comunidades que han tomado la delantera. Madrid, con un 9,7%, y Cataluña, con un 7,2%, son las únicas que registran una tasa de inversión en relación al PIB que supera la media nacional (6,4%).