La Universidad de La laguna lidera un proyecto europeo que pretende convertir en energía los residuos orgánicos procedentes de granjas y mataderos de la zona macaronésica. La iniciativa, cuyo presupuesto ronda el millón de euros, está encabezado por el veterinario Javier Mata y el ingeniero industrial y agrónomo Axel Ritter, y en él participan catorce socios de cuatro regiones diferentes, incluidas empresas del sector agroalimentario.

A través de un contrato Agustín de Betancourt, financiado por el Cabildo de Tenerife, la ULL ha incorporado a un ingeniero agrónomo con el objetivo de dinamizar una línea de investigación sobre la economía circular y gestión de los residuos orgánicos de granjas y mataderos. El fin es producir biogás a partir de sus residuos. Este combustible podría utilizarse para el autoabastecimiento eléctrico y energía térmica de las empresas. Además, el material sobrante podría convertirse en fertilizante tras el proceso, ya que de la planta se extrae una materia orgánica estabilizada que puede ser aprovechado para la agricultura.

El vicerrector de Investigación y Transferencia de la institución académica, Ernesto Pereda, ha agradecido la cooperación institucional entre universidades de diferentes países y las propias empresas implicadas para llevar a cabo este proyecto MAC, financiado en un 85% por los fondos de desarrollo Feder.

Los residuos de la ganadería dan lugar a contaminación tanto atmosférica, por emisiones de gases de efecto invernadero, como del suelo, subsuelo y acuífero. Por ello, las instituciones participantes en el proyecto consideran que las ventajas de este son múltiples: soluciona el problema de la gestión de residuos que, en algunos casos, como el de la ganadería porcina, es especialmente acuciante, y favorece el desarrollo de energías renovables, pues el biogás puede facilitar a las granjas la electricidad que necesitan, sin necesidad de recurrir al tendido eléctrico tradicional, o convertirlo directamente en energía térmica.

De este modo, se procura el autoabastecimiento energético, aunque también está previsto que, en la medida en que la normativa lo permita, se pueda verter a la red la energía producida.

Además de la Universidad de La Laguna, que ejerce como jefe de fila, también participan como socios las universidades de Madeira, Cabo Verde y Azores.