Larry Page y Sergey Brin, cofundadores de Google y respectivamente consejero delegado y presidente de Alphabet, la matriz que engloba el buscador y el resto de negocios del gigante de internet, renuncian a sus cargos, aunque seguirán siendo accionistas y consejeros de la empresa. Esta pasa a estar dirigida por Sundar Pichai, actual consejero delegado de Google, quien compatibilizará ambos cargos.

A pesar de su renuncia, Larry Page y Sergey Brin mantendrán su implicación en la compañía como cofundadores, accionistas y miembros del consejo de administración de Alphabet. No en vano Page controla un 5,8 % de las acciones, mientras que un 5,6% está en manos de su socio y amigo Brin.

"Si la empresa fuera una persona, sería un joven adulto de 21 años y sería el momento de abandonar el nido. Si bien ha sido un gran privilegio estar profundamente involucrados en la gestión diaria durante tanto tiempo, creemos que es hora de asumir el papel de padres orgullosos: ofrecer consejos y amor, ¡pero no regañar a diario!", indican Page y Brin en una carta abierta publicada por la compañía. "Nunca hemos sido de los que se aferran a cargos de gestión si pensamos que hay una manera mejor de dirigir la empresa", señalan los cofundadores de Google, quienes ya entregaron entre 2001 y 2011 las riendas de Google a Eric Schmidt.

"Alphabet y Google ya no necesitan dos consejeros delegados y dos presidentes. A partir de ahora Sundar será el consejero delegado de Google y de Alphabet", añaden en su carta, donde expresan su profundo compromiso a largo con ambas firmas.

Por su parte, Pichai, que lleva en la compañía desde 2004 y antes de dirigir Google había liderado los equipos de Android y Chrome, dijo tras darse a conocer la nueva estructura tener ganas de "seguir trabajando" con Page y Brin desde su nuevo puesto.

Page y Brin fundaron la compañía del buscador online en septiembre de 1998 en el garaje de su amiga Susan Wojcicki en Menlo Park (California, EE.UU.) como un proyecto de investigación de dos estudiantes de doctorado de la Universidad de Stanford.

En pocos años, Google se abriría hueco en el mercado superando a sus entonces competidores AltaVista, Yahoo!, Hotbot y Excite.com, entre otros, y se consolidaría de forma definitiva al sobrevivir al estallido de la burbuja de las puntocoms en 2000.

Desde entonces, el imperio con sede en Mountain View (California) ha crecido exponencialmente hasta convertirse en un negocio que ingresa anualmente más de 100.000 millones de dólares (85.000 millones de euros).

Además de las búsquedas, Google también tiene un monopolio casi absoluto de los ingresos por publicidad en internet, aunque en este caso compartido con Facebook.

La publicidad online genera solo en EE.UU. más de 70.000 millones de dólares anuales, una cantidad superior a la generada por los anuncios en televisión, y se calcula que más del 90 % del crecimiento anual recae en Google y Facebook. Amén de los servicios de Google -Google Maps o Gmail entre muchos otros-, Alphabet incorpora Calico, compañía biotecnológica que diseña y fabrica termostatos y detectores de humos impulsados por sensores, habilitados para wi-fi, autoaprendientes y programables; GV (anteriormente Google Ventures); Google X, división de desarrollo de nuevos productos; y Sidewalk Labs, que investiga sobre cómo mejorar ciudades para elevar la calidad de vida.