M.G.

SANTA CRUZ DE TENERIFE

La decisión del Gobierno de Estados Unidos de poner barreras a la importación de ciertos productos agroalimentarios provenientes de países de la Unión Europea -en forma de unos aranceles del 25%- ha sacudido al sector vitivinícola de Canarias, que había conseguido, no sin esfuerzo, una considerable penetración en el mercado norteamericano. La inflexibilidad mostrada por la Administración del presidente Donald Trump ha llevado ahora al Parlamento europeo a salir en defensa de los agricultores comunitarios. La Eurocámara ha aprobado una resolución en la que apremia a la Unión Europea a proporcionar "apoyo urgente" a las empresas perjudicadas y a hacer frente a esta situación de forma coordinada y unificada.

El acuerdo de los diputados se suma a la iniciativa tomada por las comunidades autónomas españolas, que prevén defender esta semana en el Comité Europeo de las Regiones -que se reunirá en pleno el jueves y el viernes- una posición conjunta para que Bruselas arbitre medidas paliativas que mitiguen el impacto de los aranceles estadounidenses sobre el sector primario y agroalimentario de los países afectados.

En la resolución, aprobada el pasado jueves, el Parlamento europeo apoya los "esfuerzos" de la Comisión y la anima a perseverar en la búsqueda de soluciones negociadas. La Eurocámara critica con dureza la postura de EEUU, a cuya administración acusa de "falta de compromiso" con la negociación y de tratar de "dividir la posición de la Unión" al aplicar unos aranceles "diseñados para afectar de manera desigual a los diferentes estados miembros". No obstante, también insta al Ejecutivo comunitario a ir más allá en su respaldo a los agricultores europeos y muestra su "profundo pesar" por "la falta de financiación adecuada" en los presupuestos de la UE para 2020 con la que "movilizar un apoyo rápido a los sectores más afectados".

Así, los miembros de la Cámara legislativa recomiendan que los productos sometidos a los elevados aranceles impuestos por EEUU se beneficien de acciones de promoción y comercialización adicionales, tanto en tierras norteamericanas como en los mercados de otros países terceros. Para ello, sugieren incluso que la UE aumente los recursos dirigidos a estas acciones -que pueden llegar hasta el 85% del total, de acuerdo al Reglamento de Promoción- "para ayudar a los operadores que deban intensificar sus esfuerzos para ingresar en el mercado estadounidense" y contribuir a "mitigar las barreras de entrada".

El Parlamento pide a la Comisión que "supervise de cerca el mercado agroalimentario de la UE para detectar, de manera oportuna, las perturbaciones derivadas de la aplicación de los aranceles" y de la acumulación de otros conflictos comerciales, como el embargo que mantiene Rusia sobre los alimentos europeos. Asimismo, propone que, si es necesario, se haga uso de las herramientas que facilita la normativa comunitaria, como "los sistemas de almacenamiento privado y la retirada del mercado y cualquier instrumento nuevo o ya disponible", así como "medidas relevantes para hacer frente a las perturbaciones del mercado interior".

"En estas circunstancias -advierte la Eurocámara en su resolución-, es vital evitar nuevos recortes al presupuesto de la PAC (Política Agraria Común), puesto que el sector agrícola se ve cada vez más afectado por la volatilidad y las crisis internacionales motivadas políticamente, que requieren una fuerte y eficiente respuesta presupuestaria".

Los aranceles a los productos agrícolas de la UE entraron en vigor el 18 de octubre como respuesta de la Administración Trump a las ayudas de Estado que varios países, entre ellos España, concedieron a Airbus. Los cosecheros canarios de vino -el producto más afectado en las Islas- han reaccionado reduciendo sus márgenes de beneficio con el objetivo de mantener su presencia en el país, una medida que, han advertido, no puede mantenerse más allá de unos meses.