Revolución en Telefónica. La teleco dio ayer luz verde a un nuevo plan de transformación con el foco puesto en sus cuatro principales mercados: España, Brasil, Reino Unido y Alemania y la escisión de los negocios del resto de países de Lationámerica (salvo Brasil) que agrupa en una única sociedad. Además, crea dos nuevas unidades, Telefónica Tech, que aglutinará el ámbito digital en el que se desarrollarán los negocios de ciberseguridad, Internet de las Cosas y cloud (nube); y Telefónica Infra, que recoge los activos de infraestructuras de comunicaciones (torres) y redefine su centro operativo.

El plan, diseñado durante la celebración del consejo de administración que se celebró en Barcelona durante el lunes y martes, supondrá la primera gran transformación de la compañía desde la llegada de José María Álvarez-Pallete a la presidencia en el año 2016.

"Nuestra esencia es cambiar, es saber cambiar, es adaptarnos, buscar alianzas y saber que nada es inmutable. Esa es la esencia de Telefónica y lo que la ha hecho fuerte en los últimos años", aseguró Álvarez-Pallete al comienzo de la presentación del nuevo plan con el que puso a andar ayer a la "nueva Telefónica".

Mercados consolidados

Es una Telefónica que estará más enfocada a aquellos mercados más consolidados, en los que puede crecer de forma sostenible a corto plazo, y alejarse de otros que generan más dudas por su inestabilidad, como es el caso de Argentina o Venezuela.

España, Brasil, Alemania y Reino Unido constituyen los cuatro mercados principales para la operadora, pero la compañía está presente en un total 14 países. Entre los cuatro, a cierre del tercer trimestre del 2019, concentraban 218,1 millones de accesos (el 63% del total) y el 80% de ingresos, Oibda y flujo de caja operativo (OpCF), por lo que la compañía ha decidido "priorizar" el grueso de sus inversiones en estos cuatro mercados.

Así, Telefónica segregará todos los negocios de Latinoamérica en una nueva compañía con el objetivo de atraer inversores y capturar sinergias, pero situándolos "probablemente con un diferente nivel de exposición", en palabras de Pallete, lo que significa que no se descarta deshacerse de activos allí, en caso de que fuera necesario.

"La fórmula tradicional se ha agotado y tenemos que reforzar las operaciones en Latinoamérica porque no somos capaces de crecer por encima de la inflación en muchos mercados", explicó el presidente de Telefónica que aseguró que "todas las opciones están abiertas".

Pallete siempre ha insistido en que la Telefónica del mañana se aproximaría más a una tecnológica que a una operadora de telecomunicaciones y ese es el horizonte al que pretende dirigirse. "Esta compañía diseñada de esta forma es más fuerte que la que teníamos", resumía el presidente tras la presentación de unas medidas con las que estima crecer y mejorar sus resultados. Las previsiones apuntan a un crecimiento de dos puntos porcentuales en el dinero efectivo que genera (margen del flujo de caja operativo) en el año 2020.

Telefónica pone el foco en dos negocios claves, el digital y las infraestructuras, con la creación de dos unidades adhoc. Telefónica Tech con la que pretende impulsar el crecimiento de los nuevos negocios que van de la ciberseguridad al cloud (nube) que, de forma agregada, están logrando crecimientos superiores al 30%.

Esta nueva división se prevé que genere más de 2.000 millones de ingresos adicionales hasta el año 2022 y está abierta a una expansión en el futuro, aunque no en forma de grandes adquisiciones sino con pequeñas compras que puedieran completar sus productos. "Tenemos intereses de todo tipo de socios tecnológicos, indutriales... pero solo lo haremos si nos aporta valor. Primero vamos a construir la unidad y asegurarnos de que fortalece la oferta de la operadora", aseguró Pallete.

Redes

Dentro del plan también crea Telefónica Infra que agrupará todas las redes del grupo y contará con el 100% de Telxius, su filial de infraestructuras de la que tiene el 50,01%, y en la que se aglutinará las participaciones accionariales de Telefónica en vehículos de infraestructuras de comunicaciones, dando servicio a terceros operadores e incorporando socios.

Así, se pone en marcha la nueva Telefónica que incluye, también, un rediseño del modelo organizativo con un centro corporativo renovado que tiene como finalidad "ganar agilidad y servir mejor al cliente", aunque sin definir cuáles serán las medidas que llevarán a cabo, según explicó el principal directivo de la compañía.

El objetivo es adaptar el rol y el funcionamiento del centro corporativo con el foco en aquellas actividades "que aportan un valor diferencial" al resto de las unidades.

Además, el comité ejecutivo del grupo también se reformula, con la salida de Mariano de Beer y Bernardo Quinn.