Canarias sigue sin ser atractiva a ojo del inversor foráneo. A pesar de las potencialidades del Régimen Económico y Fiscal (REF) y del cada vez mejor trabajo del consorcio de la Zona Especial Canaria (ZEC), la inversión extranjera continúa siendo una de las asignaturas pendientes de la Comunidad Autónoma. En los seis primeros meses de este año, según los datos de la Secretaría de Estado de Comercio, el capital foráneo que llegó al Archipiélago ascendió a 27,3 millones de euros. En el mismo período del año pasado entraron algo más de 76,5 millones, con lo que la inversión extranjera se desplomó por encima del 64% al cierre del primer semestre. De hecho, el flujo de capitales con destino en las Islas vuelve así a números más acordes con las cifras que podrían considerarse normales tras un año extraordinariamente bueno.

Canarias fue a lo largo de 2018 el destino de prácticamente 234 millones de euros de los inversores internacionales. Se trata de la segunda mayor cuantía de la historia tras los casi 340 millones que llegaron en 2004, en plena bonanza económica y con la burbuja inmobiliaria que explotaría en octubre de 2007 hinchándose irremediablemente. Además, ya 2017 había sido un buen año en términos de inversión foránea gracias a unos nada desdeñables 192 millones de euros. Es más, si se toma como referencia el bienio 2017-2018, los 426 millones captados son la suma más alta en dos años consecutivos. Dos notables ejercicios en los que tuvo mucho que ver el buen funcionamiento de la ZEC, que parece despegar definitivamente como un potente instrumento para convencer a los inversores y empresas extranjeras de que el Archipiélago es el lugar idóneo para hacer negocios. Las Islas ocuparon el año pasado el octavo lugar entre los 19 territorios del país (las 17 comunidades autónomas y las ciudades de Ceuta y Melilla) en el particular ranking de la inversión foránea.

Sin embargo, al cierre del primer semestre de 2019, Canarias pierde cuatro puestos y vuelve a caer al furgón de cola, en concreto hasta la decimosegunda posición con unos exiguos 27 millones de euros. Exactamente 27,3 millones que equivalen a un si cabe más exiguo 0,26% de los 10.300,6 millones de euros que las empresas, los particulares, los fondos y los demás vehículos de inversión han traído a España en los seis primeros meses del año.

Hay que puntualizar, no obstante, que también la inversión extranjera pierde fuerza en el conjunto del país lastrada por la incertidumbre política y la ralentización económica. Hasta 17.600 millones perdió España en el primer semestre respecto de la cuantía captada en igual período de 2018.