El pasado año, Canarias exportó mercancías y bienes por valor de 3.711 millones de euros, según CEOE-Tenerife. La barrera de los 4.000 millones aparece cercana y es un objetivo alcanzable en el corto plazo. Para dar el salto, el Ejecutivo autonómico mantiene la Estrategia Operativa de Internacionalización de la Economía Canaria (EOIC) encargada en la pasada legislatura, que reserva también un lugar preeminente a la seducción de capital foráneo cantando las excelencias, fiscales, climáticas y de servicios, que encierra el Archipiélago.

Como si de un pacto de Estado, pero a tamaño autonómico, se tratara, el actual Gobierno de las Islas se aferra a la EOIC. Gran valedor de ella es el actual viceconsejero de la Presidencia, Antonio Olivera, que pudo conocer ese documento al detalle mientras presidió la Zona Especial Canaria (ZEC).

Desde ese puesto, pudo observar que el 30% de las empresas que decidían instalarse en el área de baja tributación del Archipiélago terminaban desistiendo "por problemas para la obtención de los permisos o las dificultades a la hora de encontrar los perfiles profesionales" adecuados, relató el viceconsejero.

Lo reveló ayer durante el desarrollo del V Foro de Internacionalización de Canarias, que se desarrolló en el Museo Elder de la capital grancanaria. Y lo corroboró Ángel Molinero, director general de Ánima Spain, quien recogió el galardón a la Empresa Internacional con Implantación en Canarias.

"Buscábamos un emplazamiento para nuestra fábrica de producción", detalló Molinero sobre el momento en que hace tres años y medio desembarcaron en el Archipiélago para surtir de contenido a los televidentes de más de cien países.

¿Por qué Canarias en lugar de Puerto Rico o Montreal, que también estaban en la agenda? "Los incentivos fiscales" que recoge el Régimen Económico y Fiscal (REF) para el sector audiovisual pesaron a la hora de tomar la decisión, así como "la acogida de las instituciones". A partir de ahí, llegaron las dificultades.

En primer lugar, porque en el Archipiélago no había personas formadas para trabajar en animación 2D y 3D. El resultado es que hubo que importar de otros lugares todos los recursos humanos, algo que se aparta de los objetivos que persigue la internacionalización. Sin embargo, en un corto plazo de tiempo se ha logrado dar la vuelta a esa circunstancia.

"Firmamos un convenio de colaboración con la Sociedad de Promoción Económica de Gran Canaria (Spegc) y la Fundación Mapfre Guanarteme, y contamos con la colaboración de la Escuela de Arte", señaló el director general de Ánima Spain. Una formación intensiva en forma de máster de 700 horas -"unos diez meses", explicó Molinero- derivó en un giro de 180 grados en la situación. Hoy el 90% de la plantilla la integran jóvenes del Archipiélago. Problema resuelto.

Luego llegaron las dificultades para encontrar inversores. "Yo creo que es porque sienten una inseguridad jurídica", aseveró el ayer galardonado. Los problemas con Hacienda a la hora de determinar la aplicación del diferencial fiscal de las Islas fueron el obstáculo. "Algo que no ocurre cuando hay ventajas que se aplican, por ejemplo, en Madrid; pero creo que ya hemos encontrado el camino para resolverlo", expuso Ángel Molinero.

A pesar de que cada vez que existe la posibilidad de hacerlo, la Administración autonómica cierra flecos que impidan la libre interpretación de los inspectores, nunca parecen alejarse del todo los problemas de esta índole. La otra empresa premiada ayer fue la multinacional canaria Iprocel, que exploró la posibilidad de expandir su negocio por el extranjero en 1995 y hoy factura en más de cuarenta países y cuenta con ocho filiales: "Canadá, EEUU, México, Perú, Chile, Marruecos, Sudáfrica e Israel", enumeró el director general, Justo Nuez.

Saltar a otro país hace 24 años generó "mareo", relató sobre la sensación de vértigo que sintieron los que conformaron esa primera expedición. "Más del 80%" de la actividad de esta multinacional isleña se concentra hoy más allá de las fronteras españolas, lo que da empleo de manera directa a más de 400 personas.

Aceptadas las dificultades que conlleva el establecimiento de relaciones comerciales -más aún si la instalación es física- en otro país, también es cierto que "la globalización, ligada a la digitalización", engrasa las puertas. Lo señaló así la viceconsejera de Economía del Ejecutivo canario, Almudena Estévez.

Más en detalle, el expresidente de El Corte Inglés Dimas Gimeno reseñó que desembarcar en el extranjero puede costar hasta cinco años. "Encontrar y comprar los terrenos, construir el centro, contratar al personal...", relató. Sin embargo, "en cinco meses se puede montar una plataforma y estar vendiendo a China o cualquier otro país", añadió. A tener en cuenta también las dificultades inherentes al escaso tamaño de la inmensa mayoría de las empresas de las Islas. "Una empresa puede no estar preparada para salir al exterior", admitió Estévez, "pero existen herramientas que se lo facilitan".

En este mismo capítulo, la viceconsejera destacó que el año próximo por vez primera el programa Canarias Aporta estará presente "en las islas no capitalinas".