Aprovechar al máximo los recursos disponibles y cumplir con los objetivos de calidad del servicio y de la sostenibilidad durante todo el proceso del ciclo integral del agua son dos de los retos a los que se enfrenta cada día la Empresa Mixta de Aguas de Santa Cruz de Tenerife, S. A. (EMMASA), integrada en el Grupo Sacyr.

La gerente de EMMASA, Paula Soriano, recuerda, con motivo del Día Internacional de la Calidad, que la compañía pone gran empeño y compromiso por transportar de manera segura y controlada, a través de los más de 900 kilómetros de tuberías que conforman la red de suministro en el municipio, el agua que consume la ciudadanía nada más abrir el grifo. "Los vecinos de Santa Cruz de Tenerife deben saber que beber este agua cumple con todos los requisitos para que sea apta para el consumo humano", explica Soriano.

La calidad del agua del grifo de la red de distribución de EMMASA se garantiza mediante el control que realiza EMMASA, a través de su laboratorio acreditado, en cumplimiento del RD 140/2003, para el agua de consumo humano. "En 2018, se hicieron 19.440 análisis del agua suministrada, superando en un 11% los análisis exigidos por la legislación", destaca la gerente.

Además, estos controles realizados por EMMASA son verificados por la Autoridad Sanitaria, ya que son remitidos por EMMASA al portal del Ministerio de Sanidad llamado SINAC, así como con los análisis que realiza la propia Autoridad Sanitaria, que revelan que el agua cumple con todos los criterios exigidos. En este contexto, es importante destacar que esta información está disponible para la ciudadanía a través de Internet, consultando la página del SINAC.

El laboratorio acreditado de EMMASA está dotado con la última tecnología y su personal, altamente cualificado, analiza parámetros microbiológicos y químicos, así como una serie de indicadores que posibilitan el estudio de la calidad del agua potable. Además de este control al agua de consumo que se distribuye en la ciudad, el laboratorio de la entidad está preparado para poder realizar otro tipo de análisis, con el objetivo de poder estudiar en profundidad los parámetros del agua residual, depurada y regenerada.

Innovación tecnológica

Es fundamental que el ciclo integral de este recurso vital para las personas funcione de forma óptima, respetando y contribuyendo al mismo tiempo a la sostenibilidad del planeta. Esto se consigue con la ayuda de la innovación y la implantación de tecnologías. "Gracias a ellas, podemos conocer en tiempo real la situación de las instalaciones y detectar fugas o averías para intervenir con rapidez y realizar el seguimiento de las maniobras en el sistema de abastecimiento", indica Paula Soriano.

En este sentido, Soriano explica que la compañía, que cuenta con un sistema de telecontrol y telemando que vigila el suministro las 24 horas del día, los 365 días del año, y con un sofisticado sistema de monitorización en todas sus instalaciones, como el sistema de información geográfica (SIG). De este modo, la eficiencia en la gestión se encuentra presente tanto en el suministro a los más de 200.000 habitantes de Santa Cruz de Tenerife como en su tratamiento una vez utilizada para cumplir los parámetros sanitarios y medioambientales.

Además, Paula Soriano subraya que "EMMASA está evolucionando hacia la industria 4.0 ya que está implementando la tecnología BIGDATA para el control de la red de abastecimiento, que es el siguiente salto tecnológico".

Por otro lado, la entidad posee una serie de certificaciones oficiales emitidas por la Asociación Española de Normalización y Certificación (AENOR) que avalan la calidad en todo el proceso de la gestión del ciclo integral del agua. Entre ellos, la que acredita el sistema de gestión de calidad acorde a la Norma UNE-EN?ISO 9001; el sistema de gestión ambiental de la Norma UNE?EN?ISO 14001; el sistema de gestión energética ISO 50001, que ayuda a implantar una política energética y a gestionar adecuadamente los aspectos energéticos derivados de su actividad; o el sistema de gestión de seguridad y salud laboral según las exigencias de la Especificación OHSAS 18001.

Igualmente, EMMASA cuenta con la acreditación internacional UNE-EN ISO/IEC 17025 para la determinación de la conductividad, pH y fluoruro en aguas de consumo, además de la determinación de DBO5 y DQO en aguas residuales. Esta certificación la concede la Empresa Nacional de Acreditación (ENAC) y reconoce la competencia técnica del laboratorio de la compañía para la realización de ensayos en el sector medioambiental. "Esta certificación -señala Paula Soriano- permite ofrecer un elevado nivel de calidad y obliga a la empresa a adaptar continuamente sus procesos para poder cumplir con los requisitos que se exigen".

Los beneficios del agua del grifo

El origen del agua del grifo en Santa Cruz de Tenerife procede en un 48% de los pozos y galerías privados. El porcentaje restante, el 52%, es de producción propia, procedente de la desaladora, pozos y galerías propias. Así, la compañía dispone de 38 depósitos de agua distribuidos por toda la ciudad con una capacidad de 204.0000 metros cúbicos.

Tras realizar de forma rigurosa y controlada toda la gestión del ciclo integral del agua, EMMASA certifica que el agua que la ciudadanía obtiene del grifo para su consumo es sana y que su calidad es similar e incluso mejor a la del agua embotellada. Además, constata que el precio del agua del grifo es hasta 250 veces menor que el del agua embotellada y que cuesta menos de un céntimo por 1,5 litros, puesto que una botella con esta capacidad equivale a 279 litros de agua del grifo.

"Consumir este agua es además un acto de conciencia social, ayuda al medioambiente, porque entre otras cuestiones, beber agua de la red de suministro contribuye a generar menos plástico", indica la gerente.