La ausencia de autorizaciones administrativas lastra el despegue de la energía eólica marina en toda España y, con ello, el papel protagonista que en este capítulo de la lucha contra el cambio climático está llamado a jugar el Archipiélago. La tecnología avanza, como demuestran los proyectos piloto desarrollados en el litoral canario, y el interés de los inversores se incrementa, pero la burocracia no sigue el mismo ritmo. Con las competencias medioambientales y energéticas agrupadas en un mismo ministerio -Transición Ecológica- es la inestabilidad política, la dificultad para conformar un Gobierno central, la que impide avanzar.

Esta misma semana, durante la celebración de una jornada dedicada a los aerogeneradores marinos, el director general de la Asociación Empresarial Eólica (AEE), Juan Virgilio Márquez, animó al Ejecutivo a dar un paso al frente y establecer un calendario de subastas al igual que hace de manera regular con otras tecnologías. Para ello, recomendó incluir un capítulo específico en el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima.

Europa sí avanza

España se está quedando atrás. El pasado año se instalaron en Europa 2,65 gigavatios de potencia eólica off shore y el total existente hasta la fecha es de 19 gigavatios. Es cierto que la elevada profundidad de las costas españolas ha impedido hasta la fecha al país situarse en los puestos de cabeza, pero las pruebas desarrolladas en aguas de las Islas con plataformas flotantes están suponiendo un éxito.

El proyecto Elisa, desarrollado por la consultora de arquitectura e ingeniería Esteyco, continúa desarrollándose junto a la Plataforma Oceánica de Canarias (Plocan), en la bahía de Las Palmas de Gran Canaria. El aerogenerador allí ubicado vierte la energía a la red eléctrica. Sin embargo, la parte más importante de este proyecto pasa por el notable abaratamiento de las labores de transporte e instalación. Se arrastra por la superficie marina plegado y se eleva aprovechando la estructura telescópica de su mástil una vez que llega al lugar indicado.También cerca de la Plocan estuvo hasta hace tres semanas el prototipo liderado por la ingeniería EnerOcean, de raíz andaluza y con sede en la capital grancanaria. Testó durante cuatro meses -estaban previstos inicialmente tres- su tecnología W2Power. Además de buscar también una reducción de los costes de instalación, este ingenio duplica la capacidad de producción con muy bajo consumo de espacio al albergar en una sola plataforma dos turbinas de seis megavatios de potencia cada una.

Se trata de un prototipo construido en los astilleros del Puerto de La Luz y de Las Palmas a una sexta parte del tamaño real. Durante el tiempo que pasó en el agua, demostró resistencia a olas de gran tamaño. "Estamos analizando aún los datos en detalle, pero estamos muy contentos con el resultado", explicó el director técnico de la empresa, Pedro Mayorga.

Una correcta orientación

Entre los parámetros probados se encuentran los ángulos máximos que alcanza la máquina y la correcta orientación. Porque otra de las mejoras que introduce W2Power es la capacidad de girar a través de un eje central para que las palas rentabilicen al máximo la fuerza del viento en cada momento.

Para el desarrollo del prototipo, EnerOcean y sus socios invirtieron dos millones de euros. La prueba les ha animado a iniciar la fase de comercialización. "Ya está diseñado el prototipo a escala real", anunció Mayorga. La demanda existe y la lógica dicta que las aguas que han albergado la primera prueba sobre el terreno sean también susceptibles de albergar las primeras unidades capaces de verter la energía a la red.

En buena parte, eso dependerá del impulso que reciba esta tecnología desde la Administración. Las elecciones generales de mañana son otra oportunidad para consolidar un Ejecutivo con mayor capacidad de adoptar decisiones que el actual en funciones.

El anterior consejero de Industria del Gobierno de Canarias, Pedro Ortega, inició el camino de solicitar al Ejecutivo central un marco sólido al que pudieran recurrir los inversores interesados en el sector de la eólica marina. La empresa noruega Equinor (filial de la petrolera Statoil) ya ha mostrado su intención de desarrollar un parque de 200 megavatios frente a la costa de la localidad grancanaria de Juan Grande. La ULPGC estudió la repercusión económica de esta iniciativa y concluyó en que podría generar más de 2.000 puestos de trabajo directos e indirectos. Equinor es la responsable de Hywind Scotland, el único parque eólico marino flotante existente en la actualidad, situado en aguas del Reino Unido.

Impulso desde Canarias