Aena ha sacado a concurso este jueves la renovación del contrato de gestión de las doce torres de control liberalizadas, entre las que se encuentra las de La Palma, Lanzarote y Fuerteventura, por más de 141,6 millones de euros y una duración máxima de 10 años (7 con posibilidad de tres prórrogas de un año).

El servicio de tránsito aéreo de aeródromo (ATS) o control de torre está liberalizado en los aeropuertos de Ibiza, La Coruña, Alicante-Elche, Cuatro Vientos, Fuerteventura, Jerez, La Palma, Lanzarote, Sabadell, Sevilla, Valencia y Vigo, donde los contratos actuales terminan entre noviembre de 2020 y enero de 2022.

En los tres aeropuertos canarios, La Palma, Lanzarote y Fuerteventura, los contratos terminan en noviembre de 2020, en julio de 2021 y en noviembre de 2021, respectivamente, han informado fuentes de Aena.

La fecha límite para que las empresas interesadas se presenten a la puja por estos servicios es el próximo día 3 de febrero de 2020, a las 13.30 horas, según el anuncio de la licitación en la web de Aena.

Para prestar el servicio de control de torre, las empresas deben estar certificadas como proveedores de servicios de tránsito aéreo por la Agencia Estatal de Seguridad Aérea (AESA) u otro supervisor de países miembros de la Unión Europea.

El servicio de tránsito aéreo de aeródromo o de control de torre ordena el tráfico de las aeronaves en los aeropuertos y autoriza los despegues y aterrizajes.

Se ocupa de los aviones que entran y salen de un aeropuerto, es decir, la fase final de descenso y la inicial de despegue y, en algunos casos, de los movimientos en tierra en el propio aeropuerto.

La liberalización del servicio de control de torre forma parte de la reestructuración de Aena en la navegación aérea, con el objetivo de mantener la calidad del servicio al mejorar su eficiencia, según la Orden Ministerial aprobada por el Ministerio de Fomento en diciembre de 2010.

Esta orden ministerial designó los aeropuertos en los que se liberalizaba el servicio de control de torre.

El objetivo de este proceso fue introducir la competencia en este sector para mejorar la eficiencia tanto técnica como económica en la que se prestan estos servicios, según los objetivos de la Comisión Europea, así como garantizar la sostenibilidad del servicio ATS.

Con la entrada de proveedores públicos y privados de servicios de control de torre se contribuyó a aumentar la competitividad del transporte aéreo español, de acuerdo con Aena.