En plena World Travel Market, cabe afirmar que la feria va por barrios, por islas en este caso. No tanto el propio desarrollo de la muestra internacional de turismo londinense, que en líneas generales transcurre incluso mejor de lo que cabía pensar hace tan solo un mes. Es la propia caída de la industria alojativa la que no se reparte de manera homogénea. Tenerife y Lanzarote digieren mejor el trago; a Gran Canaria y Fuerteventura, mucho más expuestas a un mercado alemán que vive horas bajas, se les complica la deglución.

En el último tramo de septiembre quebró un operador gigante como Thomas Cook, de gran importancia para el Archipiélago. Para entonces, existía también la posibilidad cierta de una salida desordenada y poco amistosa del Reino Unido de la Unión Europea (UE).

La metáfora de Marichal

El presidente de la patronal alojativa de la provincia tinerfeña (Ashotel), Jorge Marichal, utilizó ayer una metáfora para relatar los sucesos de prácticamente los dos últimos años, desde que las cifras de llegadas comenzaron a amainar. "Veníamos pensando en un aterrizaje suave y nos encontramos con un motor cascado, que es el brexit. Cuando llegó el momento de iniciar la maniobra para tomar tierra, se rompió el otro motor, Thomas Cook; nos temimos lo peor, pero nos hemos dado cuenta de que el avión planea".

Eso es lo que se han encontrado los empresarios en el Excel London, donde se celebra el evento anual que reúne a los actores del sector de todos los lugares del planeta. Existe el mismo interés por el destino Islas Canarias, pero escasean los aviones para traer a los turistas. Por eso tienen valor doble noticias como el anuncio realizado el lunes por Jet2 de programar 131.000 asientos más para el próximo verano. Incluso el presidente de los empresarios alojativos de Fuerteventura (Atefuer), Antonio Hormiga, sostuvo ayer que los integrantes de la delegación majorera llegaron a la World Travel Market "bastante precupados" y el tono de las conversaciones mantenidas les ha valido para estar "relativamente satisfechos".

A partir de ahí, los discursos caminan en dirección opuesta. A juicio del presidente de la Federación de Empresarios de Hostelería y Turismo (FEHT) -provincia de Las Palmas-, José María Mañaricua, tanto Gran Canaria como Fuerteventura "ya estaban mal antes de lo de Thomas Cook".

La primera de dichas islas perdió 13.000 plazas por el cese de actividad del turoperador. "Hemos recuperado entre 5.000 y 6.000, menos del 50%", recalcó el representante empresarial, que, sin embargo, reconoce la relevancia de ese incremento; "nos la jugamos en cualquier sitio, todo suma". Ejemplo. Ayer, el presidente del Cabildo de Gran Canaria obtuvo de Pedro Lara, representante de Jet2 en la Isla, el compromiso de finalizar el invierno con un incremento del 24% de las plazas aéreas hasta situarlas en más de 185.000. Para verano, otro salto adelante del 10%.

Este problema de la desaparición de un gigante de la turoperación, de por sí grave, no está, sin embargo, en el centro mismo del problema. Ese hecho se ha convertido en una esponja que ha absorbido todo el interés mientras se producían cuestiones que resultan más graves para Gran Canaria y Fuerteventura, según los presidentes de las patronales turísticas provincial y de la isla majorera.

Pérdida notable de plazas

En esta temporada de invierno, entre noviembre y abril, la pérdida de plazas aéreas con los principales mercados emisores es notable. Los alemanes que escojan unas vacaciones grancanarias tendrán, según los datos que ofreció el presidente de la FEHT, "un 19% menos" de asientos a su disposición.

Esta tendencia de retroceso de la conectividad con respecto al mercado germano resulta "peor para Fuerteventura", aseguró Hormiga. El negocio alojativo majorero está más expuesto a la salud que muestra en cada momento la demanda teutona. La desaceleración que padece la economía del país centroeuropeo es ya de por sí un lastre. Los alemanes reaccionan rápidamente ante cualquier resfriado de su PIB y evitan gastos como las vacaciones en favor del ahorro.

En cifras, Fuerteventura perdió 17.444 visitantes alemanes el pasado septiembre en comparación con el mismo mes de 2018, según los datos de la encuesta de movimientos turísticos en fronteras (Frontur). La caída en términos relativos fue del 23,7%. La de Lanzarote, aun siendo mayor en porcentaje (-31,1%), supuso una retracción menor en número de turistas, 9.195. Además, mientras en esta última el mercado británico aportó un 2% más que doce meses antes (2.371), el negocio alojativo majorero padeció la ausencia de otros 7.311 clientes (-17,2%). "Necesitamos una acción específica para Alemania", explicó Antonio Hormiga.

Acuerdo de la consejera

Dicho y hecho, pocas horas más tarde, la consejera de Turismo, Industria y Comercio del Gobierno de Canarias, Yaiza Castilla, anunció, tras el encuentro que mantuvo con Eurowings, que dicha compañía incrementa en 30.000 el número de plazas que había dispuesto para el verano. "Es un pequeño balón de oxígeno para dos islas que tienen en Alemania el principal mercado. Continuaremos trabajando en esa misma línea de recuperar conectividad; resulta clave conseguirlo", destacó la integrante del Ejecutivo de Ángel Víctor Torres.

Precisamente con todo el protagonismo para los dos islas más afectadas por la retracción del mercado germano. Los asientos se reparten en tres nuevas frecuencias: una unirá Gran Canaria con Hamburgo; otra, la misma ciudad de Alemania con Fuerteventura y la última enlazará la isla majorera con Dusseldorf. Con el mismo esquema que Fuerteventura a la hora de definir la tendencia negativa del negocio, un tercio de los teutones (33,1%) que decidieron descansar en Gran Canaria en septiembre del año pasado deshicieron posiciones en esta ocasión. La Isla perdió 25.838 visitantes por este lado y otros 5.685 por el del Reino Unido. A esos se suman los 3.115 (-11,9%) nórdicos que también se ausentaron.

Sin abandonar el sector privado y bajando a un nivel más particular, el director general de Grupo Cordial, Nicolás Villalobos, incidió en el mismo relato. "Todo es relativo y desde luego que peor podría ser, pero flojea", expresó en referencia a la actividad alojativa de las Islas en general. No obstante, aun dejando claro que los empresarios sabían que llegaban "las vacas flacas" después de siete años de crecimientos exponenciales, Villalobos destacó el "tono muy responsable" que se está manteniendo en la World Travel Market. Es decir, no hay dramas susceptibles de ser trasladados a la negociación de precios con intensidad. En todo caso, recordó que "los turoperadores solo transmiten la información sobre cómo está el mercado".

Tira y afloja

Dentro del tira y afloja que se produce en cualquier transacción comercial, el director general de Grupo Cordial matizó el papel que juegan los grandes operadores turísticos. "No son el contrario", expuso, y desterró que, de acuerdo a las circunstancias, peores ahora para Canarias que hace unos años, desarrollen un rol "avasallador". Sobre el efecto que este resfriado de la principal industria del Archipiélago tendrá para el conjunto de los datos económicos, Villalobos no ocultó que tendrá traslación al mercado de trabajo. "Con una tasa de desempleo superior al 20% en las Islas, es como para no estar satisfechos con esta noticia", recalcó.

Volviendo a esa distinta traslación por islas de las malas noticias, basta observar la evolución de las llegadas en los nueve primeros meses del año. Lanzarote (2,3%) y Tenerife (0,7%), en positivo; Gran Canaria, en negativo (-5,3%), y Fuerteventura se despeña hasta alcanzar los dos dígitos de números rojos (-11,6%). "No es el ambiente de hace dos años; desde luego que no hay escasez de camas, pero tenemos un destino turístico pujante y el hueco dejado por Thomas Cook se está cubriendo rápidamente", señaló Jorge Marichal. Las cifras avalan su afirmación. El mismo tono de su afirmación, mucho más relajado, permitía entender que la tensión en la provincia occidental es menor.

Con todo, Mañaricua no olvidó que el tamaño del problema habría adquirido dimensiones difícilmente gestionables de no haberse cerrado la pasada semana la compra de la división nórdica de Thomas Cook (Ving) por parte de Petter Stordallen y dos fondos de inversión. "Habríamos perdido otras 250.000 plazas aéreas, a sumar a las 220.000 que ya venimos perdiendo este invierno", expuso el presidente de la patronal turística de la provincia de Las Palmas. Para entender la magnitud del hecho basta recordar las palabras expresadas la semana pasada por el vicepresidente de la FEHT, Tom Smulders: "Es la mejor noticia que podíamos recibir este invierno", afirmó.

TUI se lo piensa

Jet2 ha aprovechado la desaparición de Thomas Cook para ganar cuota de mercado y ocupar un puesto de relevancia en el mercado canario. El lunes anunció importantes refuerzos de cara al verano. Se esperaban con expectación los movimientos de TUI tras la quiebra de su gran competidor. Sin embargo, hasta el momento no hay un plan de negocio fijado para el verano.

El turoperador alemán se guarda su jugada, por el momento. La estrategia de los operadores de gran tamaño pasa por no tomar posiciones de manera rápida, contemplar qué trozo del pastel son capaces de engullir los medianos y solo después dar a conocer sus intenciones.

¿Y por qué no Hungría?

Entre los muchos mercados en los que Canarias pone los ojos desde hace años para reducir su dependencia de británicos y alemanes se encuentra Hungría. Ayer, miembros del turoperador magiar Via Sale se entrevistaron con la delegación desplazada por Canarias a la cuadragésima edición de la World Travel Market de Londres. La intención de la empresa húngara es incrementar su presencia en el Archipiélago, pero para ello debe encontrar un partner aeronáutico que traiga a sus clientes hasta las Islas. Wizz Air retiró sus vuelos desde Budapest a Lanzarote, primero, y Fuerteventura, después. Ambas rutas se generaron a través del Fondo de Desarrollo de Vuelos que ideó Promotur para incrementar la conectividad hace ya unos años. También nació al calor de esa herramienta promocional la conexión que Ryanair mantiene entre Gran Canaria y la capital húngara. La vigencia de esta última expira en marzo, con lo que la conexión entre el Archipiélago y Hungría podría quedar reducida al vuelo que opera Wizz Air entre Budapest y Tenerife. Los rectores turísticos de las Islas intentarán que no sea así, ya que ven este país del este como un destino en fase aún de aspiración, pero con muy amplio recorrido. De hecho, en pocos días Promotur pone en marcha un road show por cuatro ciudades húngaras en busca de despertar el interés de los magiares por conocer Canarias. Por delante han ido campañas publicitarias en la televisión húngara, al igual que se hizo en Polonia.