El Parlamento europeo considera probable que la quiebra de Thomas Cook, que ha dejado en el aire 22.000 empleos directos en todo el mundo -de los que 2.500 corresponden a España, 9.000 a Reino Unido y más de 1.000 a Grecia-, "tenga un importante efecto dominó múltiple", no solo en los sectores turístico y del transporte, sino en toda la economía de la UE. El Europarlamento cree que la caída del turoperador británico "no es un hecho aislado" y sostiene, de hecho, que esta situación puede volver a producirse en el futuro, por lo que insta a la Comisión Europea (CE) a definir una estrategia turística -que incluya un mecanismo de cooperación eficaz y de gestión de crisis- que las evite.

La cámara del grupo de los 28 aprobó ayer, a mano alzada, una resolución en la que demanda a la CE que determine cuáles son los instrumentos financieros del bloque comunitario que pueden compensar los daños causados por el cese de actividad de Thomas Cook a la industria turística para contribuir a la mejora de su competitividad. El documento recoge que es necesario que se permita un acceso "rápido y efectivo" a esas herramientas, de tal forma que se garantice un "elevado nivel de protección" de los clientes.

Aprovechar los fondos

Hasta que esa definición llegue, los eurodiputados instan a los estados miembros afectados por la bancarrota del que era el segundo turoperador del mundo -y el segundo de mayor importancia para Europa y Canarias, solo por detrás de TUI- que "aprovechen" las posibilidades que prevé el Fondo Europeo de Adaptación a la Globalización para ayudar a trabajadores despedidos y pymes afectadas "como consecuencia de grandes cambios estructurales", así como las herramientas previstas en el Fondo Social Europeo.

La resolución, presentada y debatida por iniciativa del PP, hace hincapié en la importancia de la experiencia de esta crisis turística sirva para afrontar las venideras al tiempo que llama la atención sobre la ausencia de una dotación específica para el turismo sostenible en el marco financiero plurianual 2021-2027, una partida que considera necesaria.La cámara comunitaria entiende que las autoridades nacionales competentes deben supervisar "mejor" la situación financiera de las compañías aéreas, pues desde 2017 hasta ahora se han declarado en bancarrota 32 aerolíneas. En ese largo listado se encuentran las caídas de Monarch, Niki, Small Planet o Air Berlin, que han dado lugar a una merma progresiva de la conectividad aérea de las Islas, que poco a poco ha ido recuperando el terreno perdido.

El Parlamento europeo sostiene, igualmente, que los pasajeros, que abonan el precio del billete antes de que se preste el servicio, deben contar con información "comprensible, precisa y accesible". De hecho, la cámara europea cree oportuno que los fondos de garantía de las aerolíneas o los contratos de seguro se incluyan en las normas de la UE sobre los derechos de los pasajeros, que en la actualidad se encuentra en revisión.

Binter prevé abrir nuevas rutas con África

Binter estudia abrir nuevas rutas hacia África y la Península en el verano y se plantea aumentar la frecuencia entre islas según la demanda de la clientela tras la salida de Air Europa del mercado interinsular. El presidente de la aerolínea canaria, Pedro Agustín del Castillo, se reunió ayer con el jefe del Ejecutivo regional, Ángel Víctor Torres, para analizar los efectos de la quiebra de Thomas Cook. Del Castillo descartó crear una nueva aerolínea 100% canaria para resolver los problemas de conectividad, tal y como ha sugerido Ashotel.