La abrupta salida del escenario del turoperador Thomas Cook no ha quebrado la confianza del sector alojativo canario. Asumido el golpe, los empresarios se muestran convencidos de una pronta recuperación. Además, el vicepresidente de la Federación de Empresarios de Hostelería y Turismo (FEHT) de la provincia de Las Palmas, Tom Smulders, se mostró seguro de que la turoperación se mantendrá como eje vertebral del negocio como hasta el momento, si bien tendrá que asumir cambios de calado.

Descartados los "milagros", en palabras del propio Smulders, es hora de minimizar daños. La principal garantía, también para el viceconsejero de Turismo del Gobierno de Canarias, Sergio Moreno, es la fortaleza del destino.

La "oferta de calidad", aun reconociendo la necesidad de traer al presente infraestructuras que hoy restan puntos como algunos centros comerciales de Playa del Inglés, es uno de los valores que apunta la FEHT. A él unen el elevado número de viajeros que repiten visita invierno tras invierno.

El tamaño del golpe

Para evaluar el tamaño del golpe, el presidente de la FEHT, José María Mañaricua, indica la necesidad de arrancar desde un punto de partida realista. "Antes de la caída de Thomas Cook ya contábamos con retrocesos del 8% en lo que respecta a los escandinavos; del 19%, entre los alemanes, y de otro 8% o 9%, en el mercado británico. La conectividad venía muy mermada", señaló. La quiebra de Thomas Cook fue, por tanto, una tormenta sobre un suelo no encharcado pero sí húmedo. La rápida recuperación de buena parte de la conectividad perdida por la caída del gigante británico lleva a la patronal de Las Palmas a descartar la constitución de una aerolínea canaria.

La mira se dirige ahora a mejorar la ocupación de la planta alojativa. Para ello, se revelan fundamentales las campañas de promoción ya anunciadas por la consejera regional de Turismo, Yaiza Castilla y reiteradas ayer por Sergio Moreno. En coordinación con los cabildos, Promotur, la empresa pública que se encarga de promocionar las Islas en los diferentes mercados, intentará elevar los actuales 8,6 días de media que pasan los viajeros en el Archipiélago.

En ese objetivo de buscar incrementar el gasto turístico jugará un rol fundamental la partida de quince millones de euros que el Gobierno central ha aprobado para amortiguar el golpe en Canarias. De ahí que Mañaricua volviera a insistir ayer en la necesidad de que esa suma esté "en una o dos semanas" a disposición de Promotur.

En consonancia, los empresarios deberán realizar ofertas. Por ejemplo, según apuntó el viceconsejero, elevando la estancia hasta los doce días cuando se pagan diez. En definitiva, y dependiendo de la situación de cada establecimiento, habrá que abaratar el producto. Como en toda crisis, la devaluación -precio en este caso- es la receta para superarla.

En ese esquema, Smulders sostuvo el papel protagonista que mantendrán los turoperadores. Bien es cierto que tendrán que acometer cambios de calado y hacerlo de manera rápida. Entre los principales, deberán dar un protagonismo mucho mayor a las plataformas tecnológicas.Además, el también presidente de los extrahoteleros desveló la conversación que pudo mantener el domingo con un directivo de Thomas Cook Nordic, una de las filiales del gigante caído que continúa operando y pretende seguir haciéndolo de manera independiente en breve.

Reconocimiento de la deuda

Esa huida hacia adelante incluye "el reconocimiento de la deuda que mantienen con los hoteles", explicó Smulders. Esta es una de las claves para aliviar la economía de los establecimientos canarios que más clientes de Thomas Cook tenían en el momento de la quiebra, si bien los hoteleros ya negocian también con las aseguradoras a ese respecto.

Hasta el momento son cuatro los expedientes de regulación temporal de empleo (ERTE) presentados por hoteles y complejos de apartamentos de las Islas. No se descarta que otros negocios tomen la misma dirección, sobre todo teniendo en cuenta que en el Archipiélago son más los que trabajaban prácticamente en exclusiva con Thomas Cook.

El desembarco chino

"Es importante entender este proceso que nos está afectando", explicó ayer el viceconsejero de Turismo del Gobierno de Canarias, Sergio Moreno, en el acto previo a la asamblea de la Asociación de Empresarios de Alojamientos Turísticos de Las Palmas (AEAT), que preside Tom Smulders. Se refería de ese modo al desembarco de capital chino en el negocio turístico mundial. El conglomerado Fosun tiene pasaporte del gigante asiático y era el principal accionista (18%) de Thomas Cook. Decisivo, por tanto, en la caída del turoperador. En los últimos años, los inversores chinos han tomado posiciones en grandes grupos europeos inmobiliarios o de automoción, por ejemplo. "Ahora está entrando en el turismo", continuó Moreno, lo que conlleva un cambio de paradigma en las relaciones que sostienen el negocio. "Implica una reestructuración de las compañía, con un ajuste mayor de los costes", sostuvo el viceconsejero. Siguiendo ese esquema, los inversores deshacen o refuerzan sus posiciones en un destino de manera rápida, algo que difiere sustancialmente de los contratos de media y larga duración que hasta la fecha unen a hoteleros y turoperadores. De ahí la importancia que tiene entender este proceso que, a decir de Sergio Moreno, "ya nos está afectando". El actual escenario "se descompone y surge uno nuevo" al que las Islas han de adaptarse para jugar sus cartas con éxito.