La Real Fábrica de Tapices da alas a la cochinilla canaria (Dactylopius coccus). La manufactura histórica española, líder en el segmento de la fabricación y restauración de tejidos de lujo, ha firmado un convenio de colaboración con la Asociación de Criadores y Exportadores de Cochinilla de las Islas Canarias (Acecican) para impulsar, desarrollar y conservar los oficios textiles artesanales y los tintes naturales. El acuerdo busca fomentar y promocionar, en concreto, la Denominación de Origen Protegida (DOP) de la cochinilla canaria -la única del mundo en contar con tal distinción- "por el bien del interés general del patrimonio textil y agrícola" del país.

Los productores isleños de cochinilla confían en que este convenio dé un nuevo empujón al sector. Desde hace años aguardan con paciencia, y con más de una dificultad, dar el gran salto al extranjero a través de la inclusión de su cultivo en las ayudas del Posei. Los criadores canarios no pueden competir en igualdad de condiciones en el mercado exterior por la ultraperificidad de la región y por las características de producción propias de las Islas. Un estudio del Ejecutivo regional anterior situó esos costes en torno a los 80 euros por kilo de cochinilla seca, envasada y apta para su comercialización. La concesión de la DOP en febrero de 2016 por parte de la Unión?Europea (UE) supuso un soplo de aire fresco para el sector, que vio cómo al fin Europa reconoció la calidad de su producto. Las acciones de colaboración con su nuevo socio de abolengo abren ahora las puertas a nuevos mercados.

El presidente de Acecican,?Lorenzo Pérez, expone que en la actualidad solo hay dos productores en las Islas que producen bajo el sello de calidad DOP, uno en Gran?Canaria y otro en Lanzarote. Pérez indica que hay una treintena que, aunque están en activo, continúan a la espera de que las ayudas del Posei sean una realidad. El cultivo de la cochinilla se introdujo en el Archipiélago en el primer tercio del siglo XIX, justo en el momento en el que las producciones de vid y azúcar entraron en declive. La calidad de su ácido carmínico empujó el crecimiento de la producción de la cochinilla, que vivió sus mejores años entre 1845 y 1866. El ejercicio de mayor producción se alcanzó, sin embargo, en 1869.

El convenio con la Real Fábrica de Tapices, fundada en 1721 por Felipe V tras la ruptura de las relaciones comerciales entre España y Flandes, supone un primer paso para relanzar al sector. En el Archipiélago existen 395,8 hectáreas de superficie de cultivo potencial y el acuerdo abre una potente vía para crecer en el exterior. Ambas partes acuerdan "fomentar el desarrollo de relaciones de cooperación" entre la manufactura de tapices y Acecican mediante el intercambio de información, recursos, programas de formación y proyectos para el desarrollo y promoción de la DOP. Es decir, con este convenio la Real Fábrica de Tapices y los productores canarios se comprometen a organizar, siempre con fines culturales, conferencias, simposios o reuniones, tanto dentro como fuera de España, para fomentar el uso de la cochinilla. Impulsar "el trabajo cooperativo en red" para acceder a recursos que oferten instituciones públicas y privadas o favorecer el intercambio de personal son otros de los objetivos que este acuerdo persigue cumplir.

El convenio estará en vigor durante dos años y se renovará de forma automática por un periodo similar a la finalización del mismo, siempre y cuando ninguna de las partes notifique su voluntad de darlo por finalizado al menos tres meses antes de la fecha de conclusión del mismo.

La Real Fábrica de Tapices, a través de un comunicado, puso en valor su trayectoria al ser una de las pocas manufacturas históricas que ha logrado sobrevivir al paso del tiempo manteniendo la misma actividad productiva por la que nació. Considera, por este motivo, que es necesario "crear lazos con entidades que protegen los saberes tradicionales, siempre en consonancia con la sostenibilidad y la puesta en valor del patrimonio.

300 kilos al exterior en cinco meses

La exportación de la producción bajo la Denominación de Origen Protegida que logró la cochinilla canaria en febrero de 2016 es aún muy incipiente. Desde mayo hasta ahora, los productores canarios han colocado en el extranjero unos 300 kilos. En los últimos cinco meses sus envíos han ido a parar al mercado de la alimentación y del textil de países europeos. Alemania,?Francia,?Italia, Portugal y Estonia han sido los principales compradores, pero también Canadá ha adquirido este bien. El carmín de la cochinilla, que parasita en las pencas de las tuneras, se ha utilizado como tinte para textiles durante siglos. Además de en este sector, se trata de un bien preciado en el mundo de la alimentación, pero también en el de la cosmética. La Real Fábrica de Tapices, con la que Acecican acaba de firmar un convenio de colaboración, mantiene viva la técnica de teñido de textiles con este método tradicional. Desde su nacimiento -marcado por la pérdida de los territorios españoles en Flandes y por la posterior ruptura de relaciones comerciales con esa región-, esta entidad se ha centrado en conservar el patrimonio textil del país y en participar en el desarrollo de procedimientos y tecnologías para la restauración de tejidos históricos.