La Bolsa registró ayer un descenso del 2,77 %, la mayor caída desde el 4 de octubre de 2017, que le llevó a perder la cota de los 9.000 puntos, con todos los mercados internacionales en negativo en respuesta a datos macroeconómicos en Europa y EEUU que abonan la desaceleración. El principal indicador del mercado en España, el Ibex 35, anotó un recorte de 253,70 puntos, el 2,77%, el peor descenso desde hace dos años. Cerró en 8.912,20 puntos, con lo que pierde los 9.000 que había recuperado a principio de septiembre y la ganancia anual se queda en el 4,36%.

El detonante de las fuertes ventas han sido los datos de los PMI (indicador de la evolución de la industria manufacturera) tanto en Europa como en Estados Unidos, que ya castigaron el martes los índices porque quedaron muy por debajo de las previsiones de los analistas, lo que parece apuntar que la economía global entra en un periodo de vulnerabilidad.

Ya Wall Street había cerrado el martes con un recorte del 1,28% y ayer caía un 1,97%. Igualmente hubo caídas en todas las bolsas europeas: en Londres -que a las preocupaciones globales suma el enredo del brexit- cayó el 3,23%, el mayor recorte desde en enero de 2016; París y Fráncfort registraron la segunda peor caída del año, con pérdidas del 3,12% y 2,76%, respectivamente, y Milán marca el peor resultado del ejercicio, con un descenso del 2,87%.

Los datos europeos de los PMI ya habían caído mal en la sesión del martes en los mercados, especialmente los de Alemania, que están muy por debajo de los 50 puntos, la cota que avisa de la desaceleración de la economía.

La alarma cundió con mayor fuerza en Estados Unidos porque allí los resultados de los PMI fueron mucho peores que las previsiones. Tal es así que el presidente Donald Trump volvió a cargar en Twitter contra la Reserva Federal y contra su presidente, Jerome Powell, a los que culpa de la debilidad del sector manufacturero y de la fortaleza del dólar, que castiga las exportaciones.