El expresidente de Bankia Rodrigo Rato ha dicho este martes en el juicio del caso Bankia por la salida a Bolsa de la entidad que los administradores de Bankia sólo buscaron el interés de sus accionistas, respaldados en todo momento por los organismo supervisores y reguladores.

Rato, que ha hecho uso de su derecho a la última palabra y para el que la Fiscalía Anticorrupción pide ocho años y medio de cárcel por estafa a los inversores y falsedad contable, ha defendido la profesionalidad de los gestores de BFA-Bankia, "los mejores del mercado asesorados, además, por las mejores firmas".

Respecto del agujero que afloró en las cuentas de 2011 y su posterior reformulación por parte del equipo de José Ignacio Goirigolzarri, ha insistido en que lo relevante fue el impacto de la segunda crisis financiera ya en 2012, hasta el punto de que hoy Bankia "vale mucho menos de lo que valía cuando salió a Bolsa".

Visto para sentencia

La Audiencia Nacional ha dejado este martes visto para sentencia el juicio por la salida a Bolsa de Bankia, que desde el pasado 26 de noviembre ha sentado en el banquillo a 34 acusados, entre ellos, el expresidente de la entidad, Rodrigo Rato, por presunta estafa a inversores y falsedad en las cuentas del grupo de 2010 y 2011.

Después de 74 sesiones, la sección cuarta de la sala de lo Penal ha dado por concluida la vista oral tras completar el turno de última palabra, en el que Rato ha explicado que todas sus decisiones "fueron contrastadas con las opiniones del regulador y del supervisor" y en pos del "interés de los inversores y accionistas".

El tribunal deberá dilucidar si atiende a la Fiscalía Anticorrupción, a la que se han adherido la mayor parte de acusaciones, que pide ocho años y medio de prisión para el exministro; seis años de prisión para el ex consejero ejecutivo de Bankia, José Manuel Fernández Norniella; cinco años de prisión para el exvicepresidente de la entidad José Luis Olivas, y hasta nueve meses para su sucesor, Francisco Verdú.

También solicita penas de entre dos años y un año de cárcel conmutable por multa para los exconsejeros del grupo con presencia en los comités de auditoría, entre ellos sus antiguos presidentes, el exministro del Interior Ángel Acebes, y Alberto Ibáñez, así como para el interventor de Bankia, Sergio Durá, y el socio auditor de Deloitte, Francisco Celma.