Hay muchos ejemplos que desmienten a quienes piensan que el turismo y los servicios son actividades cerradas a la innovación. Uno de ellos lo ha proporcionado un emprendedor que, desde Tenerife, pretende ofrecer a los establecimientos hoteleros canarios e internacionales un nuevo tipo de tumbona, que va mucho más allá de las que conocemos hasta ahora, puesto que da una sesión de masaje al usuario -de diferentes tipos: lumbar, de piernas...-, en la que, además, solo se consume energía sostenible y no contaminante, dado que funciona a través de una placa solar.

Juan Antonio Sánchez lleva trabajando en esta invención desde hace años -con el apoyo de Carlos Hernández, al que se refiere como su "hombre de confianza"-, y ahora se encuentra en un punto clave del camino. El prototipo está ya finalizado y ha sido patentado, tanto en el ámbito nacional como en el internacional. Ambos han hecho gestiones con algunas empresas hoteleras que parecen interesadas en incorporar la tumbona a sus establecimientos. Lo que falta es la financiación con la que fabricarla en grandes magnitudes, momento en el que sus promotores se constituirán en empresa.

Sánchez es optimista al respecto. "A partir del próximo enero, con casi total seguridad, empezaremos con los primeros prototipos en fabricación". Para esta fase industrial hay dos opciones: trabajar con un único fabricante o contactar con varios que elaboren las distintas piezas, que luego serían ensambladas en Canarias, de manera que el producto pueda venderse como hecho en las Islas.

A la descripción incluida en la memoria de la patente se han añadido, desde entonces, novedades significativas. "Se ha ido perfeccionando", apunta este inventor. Así, se le ha incorporado una tablet con un menú que permite conectarse a internet, escuchar música, llamar a un camarero -en el caso de tumbonas colocadas en villas hoteleras, por ejemplo-, recibir información sobre los niveles de radiación solar a los que está expuesto el usuario o hacer un electrocardiograma y enviarlo a un especialista médico.

Sánchez y Hernández están convencidos del potencial que atesora esta invención y de su capacidad de generar empleo cuando por fin se ponga en marcha su producción industrial, unos aspectos que se plasmaron en el plan de viabilidad que en su momento les confeccionó la CEOE. "Y entonces el prototipo no era tan completo como ahora", apostillan.