Norwegian mantendrá operativas sus bases en los aeropuertos de Gran Canaria y Tenerife Sur. La aerolínea de bandera noruega anunció en enero el cierre inminente de tres de sus bases en España: la de Palma de Mallorca y las dos que tiene en Canarias. Solo cuatro meses después, en mayo, ya dejó entrever su intención de recular. Y ayer lo confirmó. La quiebra de Thomas Cook ha terminado de convencer a los directivos de Norwegian de que echar el candado a sus instalaciones en el Archipiélago no es buena idea. El "nuevo entorno competitivo", con la debacle del gigante de la turoperación ?que deja a alrededor de un millón de turistas sin dueño? y el cierre de las bases de Ryanair -junto con easyJet su principal competidora en el segmento de las low cost, ha obligado a la noruega a redefinir su estrategia. "Estamos en una posición mucho mejor en el mercado canario", argumentó la compañía.

Tras confirmarse la supervivencia de las aerolíneas Condor Flugdienst y Thomas Cook Airlines Scandinavia -la primera era filial del turoperador en Alemania y la segunda era una subsidiaria independiente para el mercado nórdico-, el mantenimiento de las bases de Norwegian es otro de los anuncios que amortiguan el golpe que el lunes supuso la bancarrota de la multinacional de origen británico. Que una compañía tenga base de operaciones en un aeropuerto determinado no solo evidencia su apuesta por ese mercado, sino que garantiza la conectividad del lugar, ya que las aeronaves duermen en la base. Así pues, los centros de Gran Canaria y Tenerife seguirán siendo fundamentales en la estrategia comercial de Norwegian, lo que implica que el sector turístico podrá seguir contando con la importante cuota de viajeros que la noruega trae cada año a la comunidad autónoma.

La low cost escandinava está muy cerca de llegar al millón de turistas en Canarias. El año pasado viajaron a las Islas en los aviones de Norwegian un total de, exactamente, 941.469 personas. Según las estadísticas de AENA, la entidad semipública que se encarga de la gestión de la red aeroportuaria nacional, Gran Canaria es la isla que más turistas recibe gracias a la actividad de la compañía noruega, un total de 554.426 a lo largo de 2018. En Tenerife aterrizaron otros 330.710 y 29.424 en Lanzarote. A Fuerteventura viajaron 20.817 y a La Palma, 6.092. Si se tiene en cuenta que cada turista gastó el año pasado una media de 1.014 euros -la cifra corresponde a los turistas que viajan a Canarias sin paquete turístico, ya que en el caso de los que vienen con turoperadores la cuantía media es de 1.255 euros-, la facturación global que generaron los visitantes que trajo Norwegian asciende a prácticamente 955 millones de euros.

En cuanto a este año, la compañía ya ha traído a las Islas, en concreto hasta el 31 de agosto, a 513.473 turistas. La gran mayoría a Gran Canaria (310.604) y Tenerife (188.554). Es decir, 97 de cada cien pasajeros de Norwegian aterrizan en alguna de las dos islas capitalinas.

Ahora le toca a Ryanair

La decisión de Norwegian coincide con un incremento de la presión sobre Ryanair para que también reconsidere el cierre de sus centros, que se ubican en los mismos aeropuertos de Gran Canaria y del sur de Tenerife. Hasta el momento, la compañía que dirige el controvertido Michael O'Leary se ha mantenido "inflexible" ante los intentos del Gobierno de Canarias para convencerla de que dé marcha atrás en su decisión.

Sin embargo, el agujero que ha dejado Thomas Cook dibuja un nuevo escenario. Los pilotos y tripulantes de la aerolínea volvieron a manifestarse ayer en Tenerife contra el cierre de las bases.