La bancarrota de Thomas Cook se ha llevado por delante también a los turoperadores Neckermann, Oeger Tours, Air Marin y Bucher Reisen, que forman parte del organigrama del gigante británico y que están afectados por el proceso de liquidación, lo que no ha ocurrido, por ejemplo, ni con Condor Flugdienst ni con Thomas Cook Airlines Scandinavia, que de momento siguen operando con relativa normalidad. La propia web de Neckermann Reisen confirmaba ya ayer el cese de operaciones de la entidad y puntualizaba que Aldiana, una subsidiaria, seguía operando. También sigue operando Thomas Cook Airlines Balearic, la filial española del turoperador que también ha conseguido huir de la quema.

Un respiro en medio de la tormenta. Los aviones de Thomas Cook Airlines Scandinavia vuelven a sobrevolar el Archipiélago. La filial de Thomas Cook -en realidad está bajo control de Vinggruppen, una división de la multinacional que opera en el mercado nórdico con plena independencia- recuperó ayer la actividad menos de 24 horas después de la debacle del gigante británico de la turoperación. Con las aeronaves de Vinggruppen de nuevo en funcionamiento, el sector turístico canario ya puede volver a contar con los alrededor de 435.000 visitantes que la aerolínea escandinava trae a las Islas. Si se suman los 795.000 que mueve Condor Flugdienst, la filial alemana que en ningún momento ha dejado de volar y que se ha blindado con un préstamo que cuenta con el respaldo del Gobierno Federal de Hesse, Canarias salva 1,23 millones de turistas de los algo más de 2,13 que el conglomerado de Thomas Cook trajo el último año a la región. Así pues, la cuota de mercado que representan suecos, noruegos, daneses, fineses y buena parte de los alemanes debería salir indemne de la quiebra de Thomas Cook, si bien hay que puntualizar que el ritmo de llegadas de turistas en los aparatos de Airlines Scandinavia se ha ralentizado este año en relación con las cifras de 2018. No obstante, que Vinggruppen haya conseguido huir de la quema y que Condor tenga respaldo institucional son dos grandes preocupaciones menos para la primera industria del Archipiélago ahora cuando recién comienza la temporada alta turística, que en la Comunidad Autónoma coincide con el invierno.

La CAA inglesa, esto es, la Autoridad de Aviación Civil del Reino Unido, confiscó el lunes los aviones de Thomas Cook tras anunciarse su quiebra. La intervención de las instituciones británicas no afectó ni a las aeronaves de la filial alemana Condor Flugdienst ni a las de la subsidiaria española Thomas Cook Balearics. Ambas pudieron seguir operando con normalidad por tener certificados de operadores aéreos expedidos por las autoridades germana y española. Sin embargo, no ocurrió lo mismo con los aparatos de Airlines Scandinavia, que se vio obligada a cancelar operaciones por la bancarrota de la matriz londinense. La aerolínea nórdica ha atravesado recientemente sus propios problemas financieros, de ahí que hubiera quien daba por descontado que tampoco la entidad dependiente de Vinggruppen lograría escapar de la quiebra. Pero lo ha logrado. La empresa llegó a un acuerdo con los liquidadores ingleses de Thomas Cook para que sus aparatos pudieran volver a volar aduciendo la viabilidad de la aerolínea, que en última instancia es independiente del turoperador aunque comparta nombre comercial.

El director ejecutivo de Vinggruppen, Magnus Wikner, quiso zanjar las dudas y aseguró que la bancarrota de la multinacional de origen británico "no tiene un impacto directo para los viajeros" de Thomas Cook Airlines Scandinavia. "Vinggruppen, con Ving, Spies, Tjäreborg, Globetrotter y la aerolínea Thomas Cook Airlines Scandinavia, que son sus propias unidades legales, ahora está invirtiendo más y el tráfico aéreo vuelve a funcionar este martes", anunció Wikner. La importancia del anuncio de Vinggruppen, que en Airlines Scandinavia cuenta con una flota de 13 aviones con base principal en el aeropuerto danés de Copenhague, puede medirse en cifras, y no precisamente pequeñas. Los turistas nórdicos que trae hasta el Archipiélago -la mayor parte escandinavos pero también fineses- suponen un volumen de facturación para el sector de aproximadamente 546 millones de euros. El año pasado fueron exactamente 435.497 las personas que vinieron a pasar sus vacaciones a Canarias en los aviones de Airlines Scandinavia, según las estadísticas de Aena Aeropuertos. Este año, con datos hasta el 31 de agosto, han aterrizado en aparatos de la aerolínea escandinava un total de 231.103 pasajeros, de modo que de seguir la progresión, 2019 cerraría a la baja. Se trata en todos los casos de viajeros que contratan paquetes turísticos en sus países de origen, es decir, productos que incluyen el transporte y el alojamiento. Este tipo de turista gasta una media de 1.255 euros.

Y a la buena noticia de la viabilidad de Airlines Scandinavia -al menos a corto plazo- se sumó ayer el anuncio de que Condor ha solicitado un préstamo puente para protegerse ante una posible pérdida de liquidez. Lo cierto es que la operación está estudiándose, pero lo más positivo es que el Gobierno del länder de Hesse -uno de los 16 Estados federados de Alemania- parece estar dispuesto a respaldar la operación. Condor Flugdienst trajo el año pasado a 795.042 turistas que suponen 998 millones en ingresos para la primera industria regional. Entre enero y agosto de este año suman 574.725, con lo que todo apunta que habrá una subida.

Con la supervivencia de Condor y Airlines Scandinavia, Canarias recupera 24 horas después de la debacle de Thomas Cook un 57% de los 2.133.411 turistas que el entramado del turoperador dejó en 2018 en las Islas. Un total de 1.230.539 visitantes salvados.

Caen Neckermann, Oeger Tours, Air Marin y Bucher