Telefónica busca hacer frente a la dura situación económica de la empresa. Con una deuda que alcanza los 40.000 millones de euros la compañía trata de reducir costes. Los primeros, los laborales. Para ello, incentivará la marcha de 4.200 trabajadores, 170 en las Islas, a través de un nuevo Plan de Suspensión Individual al que podrán acogerse los mayores de 53 años que lleven quince en la entidad. La iniciativa, debatida ayer en el consejo de administración de la compañía, pretende reducir la plantilla formada hasta ahora por 25.000 trabajadores en todo el país, y llevar a cabo una readaptación de los operarios de forma que se reduzca un 17% el número de empleados, un 33,4% en el caso de Canarias, donde hasta ahora hay 509.

El presidente ejecutivo de Telefónica, José María Álvarez-Pallete, adelantó la reunión prevista para finales de septiembre y en ella se presentó este plan que incluye el pago del 68% de la retribución bruta hasta la jubilación. La empresa, además, se hará cargo del coste de la Seguridad Social y se mantendrán todos los beneficios sociales, seguros privados o planes de pensiones. La iniciativa tendrá un coste previsto de 1.600 millones de euros pero registrará ahorros anuales de 220 millones desde 2021.

La plantilla de Telefónica no ha parado de adelgazar en los últimos años. Desde el final de los 90 hasta ahora la empresa de telecomunicaciones ha sumado 55.000 bajas en toda España, 1.000 en Canarias. No es la primera vez que la compañía recurre a esta medida voluntaria, en 2015 se aprobó un plan con condiciones similares y un año más tarde comenzó a aplicarse. En ese momento hasta 6.300 empleados de todo el país se acogieron a la iniciativa. Si se confirma la salida de los 4.200 empleados hasta 2022 significará que en siete años se habrá reducido una tercera parte de la plantilla de Telefónica en España.

"Durante mis treinta años de servicio he visto irse compañeros cada cuatro años", recuerda Miguel Carreño, responsable del sector de Telecomunicaciones de CC OO en Canarias, quien asegura que los sindicatos se encuentran siempre "vigilando que la medida de la empresa permita que sea una decisión universal y voluntaria de cada trabajador". Carreño asegura que lo más importante es "conseguir las mejores garantías salariales" para quienes opten por suspender su vinculo con la empresa.

Cuando el plan se puso en marcha en 2016 las cláusulas resultaron tan ventajosas que la empresa no pudo satisfacer alrededor de un 20% de las peticiones de los empleados que cumplían con las condiciones, por lo que tuvo que prorrogarlo durante un año. Carreño asegura que "Telefónica siempre ha sido exquisita con estas cosas, nunca ha habido un conflicto social", las bajas siempre son voluntarias, "la gran mayoría de los trabajadores decide irse". Solo un 20% de los afectados por la situación decide quedarse, "la mayoría por miedos personales, por la organización de la rutina en torno al trabajo, o por altas cargas familiares", detalla Carreño. Toda esta situación coincide con la negociación del nuevo convenio colectivo, que tendrá lugar hoy entre la empresa y los trabajadores. "No deberíamos poner el foco en las bajas voluntarias sino en la negociación de un convenio que afectará al resto de trabajadores", subraya Carreño, quien asegura que se trata de un "acuerdo de transición, sin grandes medidas traumáticas". Con el nuevo pacto, la empresa busca reorganizar la plantilla, optimizar el número de trabajadores e igualarse al resto de compañías del sector y para ello se tratará la movilidad geográfica, las clasificaciones profesionales, las cláusulas especiales, la conciliación y el teletrabajo. El acuerdo, además, parte de una oferta de subida salarial del 1,2%.

"El convenio colectivo firmado hace cuatro años nos ha permitido grandes avances y nos ha dotado de estabilidad sociolaboral. Pero ahora tenemos que ser más ambiciosos y evolucionar hacia una compañía más digital y preparada para los desafíos futuros", explicó ayer al respecto el presidente de Telefónica España, Emilio Gayo. La intención de la entidad es dotar de nuevas habilidades a los trabajadores y continuar el avance para la digitalización y robotización de procesos. La previsión es que en los próximos años más de la mitad de sus ventas se generen a través de canales digitales.

Otras de las medidas para el recorte de costes es la ampliación de Telxius, la empresa de infraestructura de telecomunicaciones del grupo Telefónica, mediante la incorporación de emplazamientos móviles (sites) adicionales por parte de otras filiales de la entidad.