El Fondo Monetario Internacional (FMI) cerró ayer el plazo de recepción de candidaturas para elegir a su nuevo director gerente, tras la renuncia de Christine Lagarde y un día después de eliminar el límite de edad para desempeñar el cargo, allanando así el camino a la búlgara Kristalina Georgieva. La candidatura de Georgieva, impulsada por la Unión Europea (UE), es la única que se conoce públicamente.

A medianoche de ayer, el FMI cerró el periodo de aceptación de aspirantes a dirigir la institución y se espera que anuncie formalmente su nuevo responsable el 6 de octubre. El pasado jueves el Directorio Ejecutivo del Fondo eliminó uno de los obstáculos a Georgieva al retirar el límite de edad de 65 años definido en sus estatutos para acceder al puesto de director gerente, ya que la búlgara tiene 66.

Pese a que, tras la renuncia de Lagarde en julio, el FMI aseguró que el proceso de selección iba a ser "abierto, basado en el mérito y transparente", lo cierto es que se ha mantenido la tradición y solo Europa ha presentado una candidata.

Todos los directores del Fondo en sus 75 años de historia han sido europeos, pese al creciente peso de los países emergentes en la economía global. Un informe interno de la institución de 2018 remarcó que muchos de los Estados miembros consideran el proceso de selección "insuficientemente transparente" y "demasiado limitado por consideraciones de nacionalidad".

Los investigadores del centro de estudios Brookings Brahima Sangafowa Coulibaly y Kemal Dervis afirmaron en un artículo reciente que, "junto con la calidad de sus análisis y los recursos financieros que pueden aportar, la legitimad de su gobierno (del FMI) necesita ser un fuente principal de fortaleza".

Fruto de una norma no escrita tras los acuerdos de Bretton Woods de 1944, con los que se fundó el FMI y su institución hermana, el Banco Mundial (BM), las grandes potencias se repartieron la designación de la dirección de ambos organismos.